En Art de foc, art de badoc, un hogar que preserva un fuego falso mantiene viva, al mismo tiempo, una ficción colectiva. En su propuesta, Bianchi y Giménez se sirven del humor y la ironía para dejar al descubierto los mecanismos de construcción y funcionamiento de los relatos sociales a partir del análisis de algunas tradiciones navideñas.
La instalación, ubicada en el restaurante de la Fundació, recrea una chimenea doméstica en el período navideño sobre la que cuelga una lámina de la obra de Joan Miró La masía (1921-1922), intervenida por los artistas y convertida en un paisaje nevado. Bianchi y Giménez subrayan así el carácter artificial e invasivo de la celebración, que ocupa todos los espacios y trastoca el paisaje cotidiano.
Para completar el proyecto, los artistas han escrito postales de Navidad en las que desean los mejores augurios para estas fiestas e invitan a los destinatarios a entrar en el juego respondiendo con otra felicitación, que será expuesta, como de costumbre, sobre la chimenea.
Vinculando el hogar a otra tradición asociada al fuego como el tió, los artistas escriben: «Los niños apalean a la bestia arbórea y cagona con todas sus fuerzas, con ilusión, ajenos al engaño. Uno más, uno de tantos. El espejismo de la fiesta es consensuado. Mayoritariamente pagana, como en sus orígenes, quien ahora la anuncia es la burbujita dorada de una bebida carbónica supuestamente sofisticada».
La Nadala de la Fundació Joan Miró es una iniciativa que vincula a artistas locales con las fiestas de finales de año. Desde 2007, la Fundació ha acogido las propuestas de Perejaume, Ignasi Aballí, Tere Recarens, Antoni Llena, Fernando Prats, Jaume Pitarch, Eulàlia Valldosera y Fina Miralles.