Martín Chirino. El viento de Belmaco, 1981.

El título de la muestra procede de Los nombres y las manchas, escritos sobre arte, libro póstumo de Ullán, publicado por Galaxia Gutenberg en 2015, que contiene una selección de textos en prosa que el poeta escribió a lo largo de su vida sobre una serie de artistas españoles y mexicanos, como Frida Kahlo, Broto, Vicente Rojo, Saura o Xavier Valls, entre otros.

José-Miguel Ullán, “una de las voces más personales y rigurosas”, en palabras de Octavio Paz, estuvo íntima y poéticamente unido a las distintas manifestaciones artísticas desde mediados los años 60. Gracias a su radical y profundo lenguaje poético pudo hablar de tú a tú a los artistas plásticos que renovaron el panorama artístico de aquella época, así Chillida, Sempere, Palazuelo o Tàpies; y posteriormente siguió con la generación de los años 80: Barceló, Sicilia, Broto o Zush.

Sus poemas se publicaron junto a obras de arte en ediciones de bibliofilia dadas a conocer en museos como el MoMA de Nueva York, Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid o la Biblothèque Nationale de France de París. Además fue un prolífico comisario de exposiciones y un consumado dibujante. Sus Agrafismos se expusieron en la 49 Bienal de Venecia de 2001 y en La Casa Encendida de Madrid en 2012.

También destacó en su labor periodística, colaborando con los principales medios de comunicación de España y Francia. En los años 70 fue subdirector de la revista de artes plásticas Guadalimar y codirector de Cuadernos Guadalimar, así como colaborador de Ediciones Rayuela, todas fundadas por Fernández-Braso.

Broto. Secos Arabescos II, 2013.