La muestra se configura a partir de dos series, las esculturas Via Negativa y las pinturas de carácter escultórico bajo el epígrafe Stencil. Vía Negativa surge a partir de bloques de arcilla que son posteriormente grabados intensamente en relieve. El resultado es el impacto hecho por una versión impresa de su forma original, dejando la otra forma positiva en un estado de tensión frente a su contraparte negativa. Las piezas resultantes, huellas fantasmales de formas serpenteantes, son fundidas en materiales sólidos y completadas con un acabado en mate con el objetivo de acentuar su forma paradójica.
En la búsqueda de un equivalente pictórico a sus esculturas, con la serie Stencil, el artista adopta una perspectiva diferente pero que continúa con su objetivo de reformular los códigos de la pintura.
Este segundo conjunto se encuentra dominado por un “lienzo fantasma” impreso fuertemente, pintado densamente y retirado para dejar un espacio negativo como implosionado, revelando la pintura desde el interior. Las dimensiones del lienzo son reformuladas y surgen como un motivo que es duplicado y superpuesto con el fin de reimaginar una pintura que se expande.
La obra de Hosking es una invitación a mirar aquello que se intuye, a completar la mitad desaparecida, a imaginar duplicidades. Una mirada nunca completa y dominada por formas irregulares e impuras. La búsqueda incansable de un equilibrio que se muestra imposible pero que irremediablemente se concibe como necesario.
Mark Hosking vive y trabaja entre Ámsterdam y Londres. Su obra ha participado en numerosas exposiciones, entre las que destacan las celebradas en galerías como Lisson o Saatchi en Londres o el Madison Museum of Contemporary Art en Estados Unidos.