Bajo la batuta de Tomàs Grau, la orquesta interpretará junto a Asier Polo el Concierto para violonchelo del compositor inglés Edward Elgar y la Sinfonía número 3 Renana, de Schumann.

El 26 de febrero, un invitado de excepción, Jordi Mora, dirigirá La Muerte de la Doncella de Franz Schubert, programa marcadamente camerístico, de delicadeza y complejidad evidentes, que se cierra con el Divertimento, op. BB118 para orquesta de cuerda, joya del húngaro Béla Bartók.

Entre las propuestas que la formación lleva al Palau destacan solistas con una fuerte presencia internacional, como son las voces de la soprano Nuria Rial o el barítono Ángel Òdena, ambos protagonistas del concierto especial de aniversario que tendrá lugar el 6 de marzo y donde el conjunto que dirige Tomàs Grau abordará la obra con la que se presentó al público hace una década, el Réquiem de Gabriel Fauré.

El 15 de abril llegará el turno de Massimo Spadano. Especializado en el repertorio barroco, el italiano es el invitado en un programa que permitirá captar tres facetas: la de concertino-director, dando juego a otros solistas de la orquesta y que cristalizará en la referencial Música acuática de G.F. Handel; la de director a la manera tradicional en la composición de Haydn La passione y, por último, la de solista en el excepcional Concierto para violín y orquesta núm. 1 de Mozart.

Metamorfosis es el título que cierra el cuarto ciclo de conciertos de la OCM en el Palau de la Música (20 de mayo). Esta obra de Richard Strauss cierra un programa diverso, que incluye el estreno de Manel Gil-Inglada (Zaragoza, 1963) y el arriesgado concierto del danés Carl Nielsen, en manos del extraordinario Miguel Ramos, joven clarinetista que aborda el rol de solista.