Farbenfest reúne varias de las claves del lenguaje de Rainer, reconocido internacionalmente como un artista obsesionado por la utilización de otras imágenes, el uso de las manos, la cruz como soporte y la experimentación sin límites.
En esta selección de obras, la pintura deja de ser monocroma para resaltar diversas capas de colores muy intensos, más o menos transparentes. Una muestra es la serie Beatiful ladies, en las que el artista vuelve a las caras, uno de sus temas fundamentales, demostrando su intención de acariciar las imágenes preexistentes y transformarlas.
En estas obras trata de renovar el lenguaje pictórico, abstrayéndose de la realidad cultural establecida, para que la expresividad no pierda intensidad. Las formas de algunos lienzos exceden de lo convencional y adoptan la silueta de la cruz latina, un claro intento del artista por librarse de sus propias limitaciones.
Desde la exaltación a la resignación, desde la imagen convencional o fotográfica distorsionada hasta la ausencia de imágenes, cada serie de pinturas de Rainer es diferente, pero todas comparten el deseo de destruir la comunicación convencional para recuperar la riqueza de la expresión humana.
La muestra se completa con la proyección de tres vídeos, dos de sus performances de los años setenta y una tercera pieza realizada junto al también austriaco Dieter Roth.
Junto a estas obras, la muestra también incluye un documental sobre la vida y el proceso creativo de Rainer realizado hace año y medio.
Más sobre un mito
Pintor, grabador y fotógrafo autodidacta. Sus inicios con el arte adoptaron siempre posturas radicales y de rebeldía contra la Academia. Al principio se acercó a las teorías surrealistas que influirían en parte de sus trabajos posteriores.
En 1950 fundó con Ernst Fuchs, Arik Brauer, Wolfgang Hollegha, Anton Lehmden y Josef Mikl, el Hundsgruppe (Grupo del Perro), cercano al expresionismo abstracto, dando paso más adelante a las series de pinturas recubiertas. Exaltando siempre el lenguaje corporal que pintar implica, Rainer resalta las primeras formas de expresión humana.
En los 70 comienza a fotografiarse a sí mismo, creando un vínculo entre lo teatral y lo gráfico como medio de expresión. Se sitúa cerca del Accionismo vienés y explorando la gestualidad a través de la performance expande su práctica al vídeo.
Es miembro de las academias de las Artes de Berlín y Viena, premio Max Beckman e International Photography Prize. Se le han dedicado exposiciones antológicas en la Galleria de Arte Moderno de Bolonia, el Stedelijk Museum de Ámsterdam, el Museo Guggenheim de Nueva York, el Georges Pompidou de París, la National Galerie de Berlín, el Albertina en Viena, la Pinacoteca de Múnich o la Real Academia de San Fernando de Madrid.
Ha representado a Austria en la Documenta de Kassel y en la Bienal de Venecia. En septiembre del 2009 se inauguró, en la ciudad de Baden, el Museo Arnulf Rainer.