La capacidad creativa de Almodóvar se proyecta en el paisaje cambiante, en una naturaleza que prolifera transformándose, invitando a la reflexión acerca de la inconsistencia de la apariencia momentánea de las cosas. En las piezas que componen Transformaciones platónicas, sus elementos cobran vida, pierden su rigidez inorgánica para mostrarse en pleno proceso de cambio.

De esta manera, el dibujo de una línea se va transformando hasta escapar del soporte, independizándose de él y tomando cuerpo, convirtiéndose en escultura. A su vez, el hierro, a través de la intervención plástica, se vuelve orgánico desde su apariencia industrial. Dibujo y escultura; realidad y apariencia; materia e imagen… son binomios que subrayan la actualidad de la vivencia del individuo entre la experiencia virtual y la netamente física.

El acabado orgánico que la artista consigue con el hierro hace dudar sobre si las ramas o hierbas esculpidas son reales o no, estableciéndose un juego entre lo real y lo representado. En sus dibujos es difícil distinguir cuándo las líneas dejan de ser tinta para pasar a ser hilo de metal. Sólo la sombra que produce ese alambre nos devuelve la evidencia de ese cambio, en un discurso conceptual que traslada al espectador al mito platónico de la caverna, a la visión engañosa de los sentidos, a los distintos niveles de conocimiento que cada uno tiene de la realidad.

La exposición incluye también algunas piezas anteriores de Almodóvar con el fin de dar más herramientas de lectura sobre su proceso creativo que parte de la observación y conmoción que le produce la naturaleza.