'La Respiración' o el trance de rehacer la vida

Coproducido entre La Abadía y LAZONA, La Respiración parte de un hecho dramático, la separación de una mujer que lleva 15 años con su pareja, y ve como un día, de la noche a la mañana, todo se termina. Ese empezar de nuevo y volver al principio vital es el continuo movimiento que todos efectuamos sin ser conscientes pero que determina nuestra existencia, respirar.

Nagore, a la que da vida Nuria Mencía, está en trance, ha sufrido una pérdida y siente que está en crisis. No se encuentra, no sabe qué hacer. La protagonista intenta recuperar el equilibrio y rehacer su vida, para lo que contará con los consejos de su madre, una mujer con una intensa vida amorosa. El resultado es una aventura teatral que, a pesar de optar por un drama con tono cómico, aborda aspectos como la dicotomía alegría-tristeza o las relaciones familiares.

El amor romántico, el secreto de la felicidad o la necesidad de llenar los vacíos son algunos elementos que componen este puzzle teatral que, además, plantea una reflexión sobre qué es el amor, cómo amamos y cómo el amar a unos no significa necesariamente dejar de amar a otros. También habla de la conexión entre la mente y el cuerpo, de cómo se nutren y se reflejan el uno en el otro y la importancia de cuidar de ambos a la par.

Contrario a su costumbre de terminar de escribir una obra y después iniciar su labor como director de escena, Sanzol ha querido desarrollar en este caso el texto en estrecho contacto con los actores del reparto, al hilo de las improvisaciones de los talleres previos, para dejarse “contaminar por sus mundos, sus cuerpos y sus fantasías”. Y así la trama que planteó en un primer momento ha ido mutando.