Arissa. La sombra y el fotógrafo. 1922-1936 ha sido organizada por la Fundación Telefónica y reúne más de 150 fotografías en blanco y negro que recorren su trayectoria profesional desde el Pictorialismo hasta la Nueva Visión.
Arissa se inició en la fotografía a comienzos de los años veinte, compaginando su labor como fotógrafo con la imprenta familiar. Sus inicios se enmarcan en la corriente pictorialista, surgida en 1890 en torno a asociaciones y sociedades fotográficas que pretendían el reconocimiento de la fotografía como una disciplina artística. Se alejaban de la fotografía documental para aunar diferentes movimientos artísticos, desde el Pre-Rafaelismo hasta el Simbolismo.
Es en esta etapa cuando desarrolla su primera producción como fotógrafo pictorialista y retrata escenas rurales, iconografías campestres en escenarios previamente preparados, descripciones literarias de una arcadia en la que sobreviven los valores tradicionales, imágenes de niños que recuerdan a los cuentos infantiles de los Hermanos Grimm o Perrault.
Hacia la Nueva Visión
A principios de los años treinta avanza hacia una fotografía moderna, desprovista de los ornamentos y referencias simbolistas del pictorialismo, y se acerca a los planteamientos de la fotografía centroeuropea, caracterizada por la composición, la forma, la línea, el punto de vista y una iluminación que acentúa las cualidades y la intención de los objetos fotográficos.
Este es el camino hacia la conceptualización fotográfica, donde rechaza los dogmas del pictorialismo y su obra se centra en las pequeñas cosas. Tanto la familia como su propia vivienda se convierten en escenarios de su obra: la casa, el jardín, los pasillos, los objetos cotidianos y sus propias hijas se transforman en elementos gráficos. Poco a poco, el círculo íntimo se abre fuera del núcleo familiar y le lleva a retratar las calles y el puerto de Barcelona. A partir de aquí, cualquier fragmento de realidad será objeto de su actividad fotográfica.
Al finalizar la Guerra Civil, desparecidos los medios de difusión de la modernidad, Arissa reduce su actividad artística y, poco a poco, va cayendo en el olvido. A principios de la década de los noventa, la exposición Las vanguardias fotográficas en España incluyó seis fotografías de Arissa, iniciando así el proceso de recuperación de su figura.
Este proyecto expositivo, que ya pudo verse en el Espacio Fundación Telefónica (Madrid) y en el Centro Galego de Arte Contemporánea (Santiago), sigue la línea de recuperación de archivos fotográficos iniciada por Fundación Telefónica con el Archivo Fotográfico de la Compañía y ampliada, posteriormente, con fotógrafos como Luis Ramón Marín, Josep Brangulí o Virxilio Vieitez.