La exposición, que ya se pudo ver en el Museo Nacional de Escultura y el Museo de Bellas Artes de Valencia, afirma este mito como un «hecho de cultura» que conquistó el imaginario social de los siglos XVI y XVII, y analiza la manera en que cristalizó en la Península, con sus originales expresiones, sus particulares escenarios y sus principales focos de interés.
Tiempos de melancolía ofrece un triple atractivo. Por un lado, la gran calidad de las más de 70 obras de arte, libros y objetos –procedentes de más de una veintena de prestadores–: grandes maestros del periodo más brillante de la cultura española (Murillo, Ribera, Berruguete, El Greco, Velázquez, Ribalta, Alonso Cano, De Mena, De Juanes, etc.) con obras de una excepcional belleza. El segundo es el tema en sí mismo: consistente desde el punto de vista científico, inédito en el panorama español y particularmente atractivo para la sensibilidad actual.
Eslabón olvidado
Por último destaca su carácter multidisciplinar. La melancolía domina el ambiente intelectual y moral durante varias décadas de los siglo XVI y XVII y esta transversalidad cultural se manifiesta en las piezas expuestas que proceden de las artes plásticas, principalmente, apoyadas en la medicina, la filosofía; la astronomía y la música, la botánica, la literatura o los tratados morales. Se trata de un tema que exige un enfoque polifónico, aunque, a pesar de sus derivaciones, de su diversidad de síntomas, posee una unidad firme e intuitivamente reconocible.
El grupo de eruditos alemanes formado por Panosfky, Saxl y Klibansky que, en un libro ya legendario, Saturno y la melancolía, estudió la historia cultural de este humor, invitó a los historiadores del arte a «hacer justicia con la España de Cervantes», país donde la melancolía alcanzó especial hondura y singularidad y fue un eslabón decisivo en la extensión europea de este trastorno. Cubrir este vacío, aseguraban, ayudaría a «escribir la historia de la sensibilidad del hombre contemporáneo».
Tiempos de melancolía es un ejercicio de recuperación de ese eslabón olvidado, evanescente y mal conocido del Siglo de Oro (con sus obligadas conexiones europeas). Transita por algunas de sus derivas temáticas e iconográficas, en un enfoque polifónico, coral, donde obras de excepcional belleza y originalidad construyen un breve y provisional museo imaginario de la melancolía hispana.
En la cultura y en la mente
A lo largo de la historia, la melancolía ha adquirido fisonomías distintas en la cultura y en la mentalidad de los hombres. En el Renacimiento y en el Barroco conoce una verdadera edad de oro e invade el imaginario cultural y social, dando un vuelco en el que pasa de mal moral a un mito fundacional en la construcción de la modernidad europea. La exposición recorre el amplísimo abanico de temas, ideas y síntomas que reúne la melancolía, desde la locura y el genio creador, a la tentación del retiro o la meditación sobre la muerte.