La instalación de Arbizu, articulada a partir de una estructura de hierro construida tomando como referencia el propio espacio de la galería, pretende conectar el pasado mítico de estas piezas de mobiliario con su presente, enfrentando las ideas de mutabilidad e inmutabilidad. El artista entiende el poder de los mitos e impregna su trabajo con una narrativa sugestiva de dioses perdidos y liturgias desatendidas fruto del estudio del pasado y de la observación de la realidad presente.
Sus piezas tienen una calidad fetiche y actúan como depósitos de un anhelo colectivo para la belleza y la búsqueda de su significado. Sus obras son objetos desaparecidos, ídolos imaginarios o rituales inventados que pertenecen indistintamente al mundo de los sueños y al de la vigilia.
Su trabajo siempre conserva la huella de la mano y las marcas de las herramientas empleadas en su fabricación. Tanto en sus esculturas, pinturas como en sus películas de 16 mm, los procesos de construcción son una negociación entre las características y las dinámicas propias de los materiales y los deseos del artista.
En esta muestra se presenta también la película de 16 mm Untitled, cuyo audio está elaborado manualmente mediante collage y el raspado en la pista de sonido del celuloide. Este sistema esta ideado para que en cada reproducción estén presente sutiles variaciones en la imagen y el sonido, resultado del roce físico y el solapado de las capas de la película en el proyector.