La obra de Miró, uno de los artistas más destacados del siglo XX, está estrechamente ligada al surrealismo y a la influencia que algunos de los artistas y poetas vinculados a este movimiento ejercieron sobre él durante los años veinte y treinta. A través de ellos, Miró experimenta la necesidad de alcanzar una fusión entre pintura y poesía, y con este propósito somete su obra a un proceso de simplificación de la realidad que le aproxima al arte primitivo, no sólo como referencia para configurar un singular vocabulario de símbolos, sino también para aprehender de una forma nueva la cultura material.
Joan Miró. La fuerza de la materia pone de relieve este último aspecto, mostrando, a lo largo de una amplia selección de obras realizadas entre 1931 y 1981, la importancia que el artista dio siempre a la materia como vía de aprendizaje de nuevas técnicas, pero, sobre todo, como fin en sí mismo. Experimentando con los materiales más heterodoxos y los procedimientos más innovadores, Miró quiso ultrapasar las reglas establecidas para alcanzar las fuentes más puras del arte.
Las más de cien obras de esta exposición proceden de las colecciones de la Fundació Joan Miró de Barcelona y de la familia del artista.