El viaje es el protagonista absoluto del trabajo de Marco, como muestra en Amazonas, donde penetra en la recóndita selva amazónica, e Inside Istambul, con los ruinosos edificios de la capital turca como escenario de fondo.
«En las profundidades del Caribe Amazónico hay un lugar oculto que los nativos llaman La floresta encantada. Tras varias horas remando en canoa se llega a una jungla inundada y verdegrís de enormes esqueletos vegetales que emanan un silencio de muerte o de vida a punto de despertar…», rememora el autor.
A través de la espesura
A través de la espesura tropical, el fotógrafo vislumbra en aquellos manglares el estado puro y salvaje del ser humano, la primitiva y casta naturaleza, percibiendo aquel estremecimiento animal que sintió Gauguin al descubrir completamente destruido todo su viejo resto de ser civilizado. Así remonta el río en silencio, vadeando las aguas selváticas hasta encontrarse de cara con el relato mítico; Eduardo Marco apresa ese paisaje hipnótico, onirismo vegetal de las pinturas fosilizadas de Max Ernst, doblemente silencioso en su reflejo acuático.
En cuanto a Inside Istanbul, según sus propias palabras, «fotografiando la ciudad vuelvo por la noche al hotel y desde mi habitación compruebo si alguien me ha seguido. Soy un ladrón. Tengo conmigo un montón de imágenes robadas y con suerte seis o siete muy valiosas. En Estambul ha sido una actuación calculada y temeraria: robo con allanamiento de morada. Eran casas vacías, pero llenas de luz y recuerdos y ausencias. Lo he robado todo».
Detrás del objetivo
Eduardo Marco recaló a los 22 años en Click Studios de Londres, uno de los más prestigiosos centros fotográficos de la capital británica, donde asistió, entre otros, a Albert Watson, Annie Leibovitz, Michael Thompson o Nick Knight. Tras este aprendizaje dirigió su carrera hacia la fotografía de moda para revistas como Big Magazine, ELLE o Vogue, y también reportajes en los periódicos El Mundo, Le Monde y El País.
A raíz de la publicación en Brasil de su primer libro fotográfico, A Maior Praia do Mundo, comienza a desarrollar con más ahínco su faceta artística, exponiendo su obra en La Casona de la ciudad de Panamá y componiendo nuevas series en Tokio, El Cairo o Laos. En 2009 se traslada a Madrid donde finalmente ha fijado su residencia.
Marco ha participado desde entonces en numerosas exposiciones colectivas junto a fotógrafos de la talla de Sebastião Salgado y Alberto García-Álix. En 2015 ha realizado una residencia de artista en Nueva Delhi, resultando en las series Color Field y The Painted World que ha mostrado en la edición 2016 de ARCOmadrid.