La muestra responde a la voluntad del Museu de dar a conocer al público estos nuevos fondos, que también se irán mostrando periódicamente en exposiciones relacionadas con la colección.
Las nuevas obras provienen de algunos donantes anónimos, pero principalmente de las donaciones de David Douglas Duncan en 2013, de la Editorial Gustavo Gili en 2014 y del Archivo Brigitte Baer, donado por David Leclerc en 2015. También se incluyen obras de la donación de Alejandro Nadal Joris (2010); de Víctor Oliva, Lluís de Bonis Isern, Arturo Taracena y Peter Mussfeldt (2012); de Anna Gaspar (2013); de la Galería Kornfeld (2015), además de piezas que se han adquirido recientemente.
El fondo de David Douglas Duncan. El fotoperiodista donó 163 fotografías al Museu Picasso que conforman un gran testimonio de la vida y obra de Pablo Picasso desde 1956. Son diversos los fotógrafos que lo retrataron, todos ellos de extraordinario valor, pero la amistad y sintonía de Duncan con el artista dio como resultado la captación de pequeños espacios de la vida de Picasso con Jacqueline y el seguimiento de sus procesos artísticos, imprescindibles para entender al artista. El valor de estas fotografías está, sobre todo, en su conjunto: son retratos pero, a la vez, verdaderos reportajes sobre la vida de Picasso. Gracias a ellas disponemos de una valiosa fuente documental para un mejor conocimiento del artista y de su obra.
La donación de la Editorial Gustavo Gili y la adquisición de la Colección Gili-Torra. La donación incluye las ocho planchas de cobre que Picasso realizó para producir los libros ilustrados de La Tauromaquia y El entierro del conde de Orgaz, que completan el conjunto de planchas pertenecientes al Museu, recibidas en donaciones anteriores, y los más de 2.800 documentos, en especial cartas, contratos y manuscritos que detallan el proceso de encargo, creación y producción de los trabajos bibliográficos que Picasso realizó con la editorial.
A esta donación se suma la adquisición que el Museo realizó en 2014 de los fondos de la colección de Gustau Gili y Anna Maria Torra, la más importante llevada a cabo en mucho tiempo y que ha sido posible gracias a la creación de la Fundación Museu Picasso de Barcelona. Se trata de una colección de 96 piezas formada por 9 dibujos, un carnet con 62 dibujos más, un libro con 18 gouaches, 7 grabados, además de 3 libros de artista dedicados, 198 fotografías y documentación diversa. Este importante conjunto evidencia la estrecha relación de amistad que existió entre los matrimonios Picasso-Roque y Gili-Torra, el vínculo del artista con Barcelona y un capítulo importante de la historia del Museu.
El Archivo Brigitte Baer. Cabe subrayar que tanto los fondos procedentes de la Editorial Gustavo Gili como los de la Colección Gili-Torra conforman un conjunto de información hasta ahora poco conocida y estudiada. El Museu valora la oportunidad única que representan para la investigación de la obra y la vida de Picasso y de sus procesos de creación, al igual que sucede con el ingreso del Archivo Brigitte Baer, donado por su sobrino, David Leclerc.
El fondo documental de esta historiadora francesa, autora del catálogo razonado de la obra gráfica de Picasso, reúne la documentación que recopiló desde 1975 hasta su muerte en 2005, y que culminó en los siete tomos de Picasso. Peintre-graveur. Catalogue raisonné de l’œuvre gravé et des monotypes 1899-1972, que analizan la obra grabada del artista, que consta de más de dos mil piezas. El fondo de Brigitte Baer convierte al Museu en una referencia mundial para el estudio de la obra gráfica del artista.
Obras destacadas
Entre las obras expuestas destacan y se exponen por primera vez Le déjeuner sur l’herbe, según Manet, un dibujo de 1962 parte de la serie en la que Picasso rinde homenaje al artista y a la obra que tanto admiraba; Bacanal, un dibujo en técnica mixta de 1964 que presenta un mundo bucólico con claras referencias al pasado clásico del Mediterráneo, y Pareja, un aguafuerte tardío de 1968. También destacan La Celestina haciendo las presentaciones, de 1970, con un personaje que interesó a Picasso desde el período azul y al que hizo protagonista de no pocas obras, y Pablo Picasso en los toros, una imagen de Jan Adam Stevens, que en el verano de 1955 fotografió en Vallauris al artista con su familia y amigos.