¿De dónde venimos? ¿A dónde vamos? A mediados del siglo XIX, Charles Darwin formuló su teoría de la evolución y dio una explicación sobre nuestro origen a partir de las modificaciones incorporadas por la selección natural. También Darwin apuntó al continente africano como posible cuna de la humanidad, una hipótesis aceptada actualmente por la comunidad científica, pero que en el siglo XIX pasó casi desapercibida.
El descubrimiento, en 1924, del Australopithecus africanus en Sudáfrica no levantó pasiones y no fue hasta la década de 1960 cuando los nuevos hallazgos permitieron resolver la cuestión en favor del continente africano. Desde 1959, año en que Louis y Mary Leakey descubrieron el Zinjanthropus boisei en la garganta de Olduvai, en el norte de Tanzania, hasta la actualidad, los descubrimientos de restos fósiles de anatomía homínida y las evidencias de su comportamiento cultural se han incrementado exponencialmente.
La cuna de la humanidad se basa en los hallazgos arqueológicos y paleontológicos de los yacimientos de la garganta de Olduvai, en la reserva del Ngorongoro (Tanzania), un escenario clave para entender el origen y la evolución de nuestros ancestros.
Con esta muestra se pretende ofrecer una visión, necesariamente sintética, del estado actual de la cuestión. Al mismo tiempo se quiere mostrar el fruto del trabajo que los arqueólogos llevan a cabo en África, especialmente en Tanzania, y reflexionar sobre la infinidad de preguntas para las que aún no hay respuestas.
La muestra contiene un total de 200 piezas procedentes del Museo Nacional de Tanzania, en Dar es Salaam, y de las excavaciones del equipo The Olduvai Paleoanthropology and Paleoecology Project (TOPPP), que permiten entender el origen y la evolución humana. Se estructura en cuatro ámbitos que tienen como hilo conductor los cuatro grandes grupos de homínidos: Australopitecinos, Habilinos, Homo Erectus/Ergaster y Homo Sapiens.
La primera parte, titulada AUSTRALOPITECINOS. Las sabanas húmedas del Plioceno: Laetoli, habla sobre la evolución humana, iniciada hace poco más de seis millones de años. En 1974 se descubrió a Lucy, el primer Australopithecus afarensis, y en 1978, Mary Leakey halló las huellas de homínidos de Laetoli (Tanzania). Ambos restos testimonian que hace 3,6 millones de años los homínidos ya eran completamente bípedos.
HABILINOS. Olduvai, lecho I: la aparición del género Homo retrocede a hace unos 2,6 millones de años, cuando aparecieron las primeras herramientas de piedra del registro evolutivo humano, que requerían un cerebro mayor que el de los Australopithecus. Estos humanos más encefalizados, que muestran nuevos rasgos evolutivos, son los Homo habilis.
En tercer lugar, El éxito del HOMO ERECTUS/ERGASTER: Olduvai, lecho II, y Natrón recoge los primeros restos de este homínido que datan de hace 1,8 millones de años. Adoptó una dieta de alta calidad, en la que la carne jugaba un papel predominante.
La muestra concluye con HOMO SAPIENS arcaico: Eyasi, que viaja hasta hace un millón de años cuando el Homo erectus/ergaster inició una trasformación gradual basada en la evolución de su encéfalo hasta la aparición de los humanos «anatómicamente modernos» hace 200.000 años. Son los llamados Homo sapiens arcaicos.
La exposición se complementa con una serie de ilustraciones científicas de Mauricio Antón que recrean de forma fehaciente el espacio que habitaban estos homínidos; un audiovisual del cineasta Javier Trueba con imágenes de las excavaciones y yacimientos; y un paseo por la historia y un final abierto hacia el futuro.