Realizados por el artista entre 1919 y 1955, los grabados tratan diferentes temas como retratos de mujeres, bacanales, temas eróticos o temas familiares, a través de las cuales el visitante puede ver la evolución estilística de Picasso, así como distintas etapas de su biografía.
La historia de esta serie se remite al traslado del artista a Notre-Dame-de-Vie en 1960. Posteriormente aparecieron 101 planchas de cobre y cinc, de las que el impresor Jacques Frelaut editó una parte.
Fueron enviadas a Picasso en una caja para que las firmara, pero sólo lo hizo con 11, quedando el resto en la caja que no se volvería a abrir hasta 1973, año de fallecimiento del pintor. Más tarde, la Galería Louis Leiris editó la serie imprimiéndole el sello de Picasso.
Aunque el nexo común de las estampas es la experimentación y el proceso creativo del artista malagueño, para esta exposición se han seleccionado sólo las que tienen como protagonistas a mujeres relacionadas con el artista, entre las que se encuentran los retratos de Olga Koklova de 1919, Marie-Thérèse Walter de 1933 o Dora Maar de 1936.
Estos siete grabados entran en diálogo con la colección permanente, generando nuevas miradas y relecturas del museo, pero también transmiten tanto la intensidad vital de Picasso como su enorme fuerza como grabador.
Esta muestra es la primera de un ciclo expositivo que el museo dedicará a Caja de remordimientos de la Fundación Bancaja durante los próximos años.