El punk es una manifestación de la incomodidad frente al sistema económico, político, social y cultural, y concentra la evolución del pensamiento de la segunda mitad de siglo XX. La muestra incluye trabajos que se anticiparon a él y también obras de artistas que fueron incitadores y activistas del punk, además de otros que recogen sus rastros.
Tras su paso por el CA2M y ARTIUM, la exposición crece con la incorporación de nuevas obras. Pero no estamos ante una exposición sobre el punk. Es una muestra que acaba revelando los principales elementos que lo definen mediante los rastros que ha dejado en la producción artística contemporánea.
«¿Nunca os habéis sentido estafados?», es la pregunta que lanzó al aire Johnny Rotten en 1978 durante el último concierto en San Francisco de la banda icono del punk, los Sex Pistols. Y la respuesta, ante la crisis social y política de los años setenta, está llena de rabia, inconformismo, negación, provocación…
El punk es una actitud que eclosiona entre 1976 y 1978 en Londres y Nueva York como expresión de rechazo total al sistema. Recoge el lema No future de movimientos anteriores como el situacionismo y el dadaísmo pero, a diferencia de ellos, emerge en medio de la cultura de masas, lo que provoca que trascienda más allá de los setenta, del contexto anglosajón y de la escena musical. Punk se convierte en un adjetivo que califica una forma de entender el mundo y de enfrentarse al contexto sociopolítico y los convencionalismos, como lo hace gran parte del arte contemporáneo, de marcado espíritu crítico y cuestionador.
Violencia y ruido
El MACBA reúne más de un centenar de obras, entre pinturas, instalaciones, fotografías, vídeos, rastros documentales y piezas únicas, en un recorrido que aborda temáticas como la violencia, el ruido, la negación, el nihilismo o la sexualidad.
PUNK. Sus rastros en el arte contemporáneo pone de relieve hasta qué punto los ecos de esa actitud –los motivos que llevan a la instisfacción, el inconformismo, la pérdida de fe en el progreso o la crítica a los iconos del sistema– son intrínsecos a la práctica de muchos artistas. Algunos de los principales factores de la crisis de los setenta presentes en su nacimiento siguen siendo vigentes en la actualidad, y la creación artística contemporánea demuestra que punk is (not) dead.
El periodista y crítico musical Greil Marcus esbozó en 1989, en Rastros de carmín, la primera genealogía del punk, un recorrido por los antecedentes del movimiento que se remontaba hasta el dadaísmo y el situacionismo. La exposición toma como referencia este libro y hace el mismo ejercicio a la inversa: es un ejercicio prospectivo que busca los rastros del punk en los artistas actuales.
Precursores e incitadores
Algunos de los artistas incluidos en la muestra fueron precursores, como Chris Burden, VALIE EXPORT, Ant Farm o Eulàlia Grau, y su anticipación demuestra el vínculo histórico del punk con otros movimientos radicales. También están presentes auténticos incitadores y activistas como Martin Kippenberger, Raymond Pettibon, Mike Kelley y Paul McCarthy. Y, finalmente, se recogen los trabajos de aquellos artistas que consideran el punk un referente, como, por ejemplo, Gavin Turk, Jordi Colomer, Tere Recarens, Jimmie Durham, Antoni Hervàs, Maria Pratts, Tracey Emin, Pepo Salazar o João Onofre, y muchos más.
Las obras, independientemente de su tipología, están realizadas bajo los mismos referentes. En muchos casos el punk aparece explícitamente: en los usos de elementos como el ruido, la tipografía de recortes, el antidiseño y el feísmo o con la inclusión de referencias explícitas a grupos musicales. Pero también se muestra el rastro del punk como actitud: la negación, la oposición y la destrucción; el ‘hazlo tú mismo’; la alusión al miedo y el terror en una sociedad que aliena a los individuos; esa misma alienación que provoca estados psicóticos; la valorización de lo que se sale de la norma; el nihilismo; la crítica al sistema económico y la anarquía; o la reivindicación de la propia libertad sexual, del cuerpo, la superficie, como lugar de batalla.
Tras su paso por Barcelona, a muestra viajará al Museo Universitario del Chopo, en Ciudad de México.
- Los ecos del punk. Esta cronología revisa con vídeos, textos y música hechos relevantes de la génesis de la actitud punk, desde el dadaísmo de principios del XX hasta la irrupción de las Pussy Riot en la catedral de Moscú en 2012.
Nuevos artistas, nuevas obras
La exposición cuenta con nuevos artistas, nuevas obras y producciones ampliadas de artistas que ya formaban parte de las anteriores presentaciones. Además incorpora un nuevo espacio documental. A la narrativa de CA2M y ARTIUM se le añade una zona que habla de los rasgos del punk en la creación contemporánea y un ámbito en el que los artistas reflejan el contexto de conflicto de los setenta. En México se volverá a dimensionar y adaptar al contexto local.
Los artistas de la exposición son Carlos Aires, Marcel·lí Antúnez, Martin Arnold, Fabienne Audéoud, Eduardo Balanza, Bill Balaskas, Jean-Michel Basquiat, Jordi Benito, Laurent P. Berger, Chris Burden, Tony Cokes, Jordi Colomer, Brice Dellsperger, DETEXT, Die Tödliche Doris, Christoph Draeger, Jimmie Durham, Tracey Emin, Mario Espliego, VALIE EXPORT, Hans-Peter Feldmann, Claire Fontaine, Chiara Fumai, Iñaki Garmendia, Kendell Geers, Gelitin, Nan Goldin, Douglas Gordon, Dan Graham, Eulàlia Grau, Johan Grimonprez, Guerrilla Girls, Antoni Hervàs, Jota Izquierdo, Mike Kelley, Martin Kippenberger, João Louro, Christian Marclay, Israel Martínez, Raisa Maudit, Paul McCarthy, Jonathan Meese, Jordi Mitjà, Joan Morey, Janis E. Müller, Matt Mullican, Itziar Okariz, João Onofre, Antonio Ortega, Luis Felipe Ortega y Daniel Guzmán, Tony Oursler, Mabel Palacín Juan Pérez Agirregoikoa, Raymond Pettibon, Maria Pratts, Tere Recarens, Jamie Reid, Tim Reinecke, Aïda Ruilova, Pepo Salazar, Santiago Sierra, Federico Solmi, Natascha Stellmach, TRES y Gavin Turk, T.R. Uthco & Ant Farm (Doug Hall, Chip Lord, Doug Michels y Jody Procter), además de algunos documentos, discos, libros y referentes más relevantes del punk.