El propio título ofrece una pista sobre el hilo conductor entre estos artistas que proceden del Royal College of Art de Londres, universidad especializada en arte y diseño. Tres aproximaciones diferentes al cosmos entendido como un universo paralelo donde impera todo aquello que nos propongamos, creándose de esta forma una concepción personal que Angeli, Cyrus Smith y Zucchini vienen a compartir con nosotros ofreciendo sus “bocados cósmicos”.
Exótico y surreal
Así, en las 24 piezas presentadas puede advertirse como cada artista introduce en sus respectivas bases creativas la alusión explícita a otros mundos que conectan con el exotismo de otras culturas o el surrealismo en la asociación de ideas y formas. Con esta base en común, cada uno desarrolla una investigación propia traduciendo estos supuestos a su propio lenguaje estético. Surge de este modo una gran riqueza en cuanto a la reciprocidad establecida entre las obras, unas son el espejo de otras, solo que el reflejo que devuelven ha sido transformado.
Aunque el tratamiento de este tema difiere en cada caso, hay un aspecto formal en el que vuelven a coincidir, la idea de serialidad, de conjunto dividido en diferentes piezas para crear un todo común presentado en diversas y sucesivas variantes secuenciales.
Los artistas
A partir de esto, David Cyrus Smith (Hertfordshire, Londres, 1972) abre la exposición con tres pinturas sobre papel de gran formato en las cuales diferentes figuras geométricas, que van de la retícula a base de líneas al círculo, son conjugadas en un ejercicio de introspección personal con el fin de expresar sus sentimientos, emociones y relaciones, es decir, su cosmos interno.
En cambio, Andrea Zucchini (Brescia, Italia, 1987) afronta, desde la contemporaneidad artística y los recursos tecnológicos a su disposición, el exotismo de culturas pasadas que ahora se muestran llenas de enigmas. Para ello elige los vestigios materiales –las manifestaciones “artísticas” desde el punto de vista actual– de algunas de ellas, como la colección de estatuillas mesoamericanas del British Museum de Londres en la serie terra terra, como punto de partida para proceder a su reproducción exacta empleando las técnicas actuales, como la impresión en 3D. Por tanto, su producción emerge como una reflexión en torno a legitimidad del arte y algunas de sus prácticas, como la reinterpretación o la apropiación.
Mientras, la danesa Katja Angeli, en su serie Lovers, propone la combinación entre abstracción y figuración para crear puntos de fuga hacia un mundo de fantasía más agradable y libre, expresado mediante fuertes contrastes de colores, planos y texturas. El collage como procedimiento artístico es el que le permite la yuxtaposición de elementos en diferentes variantes y avanzar así en su investigación estética, además de poder reproducir a través de éstas un mismo concepto, el del amor.
Ya sea por las claves de un universo interno o por la inspiración en enigmáticas culturas, este trío nos da la oportunidad de asomarnos a nuevas realidades, nuevas experiencias y formas de concebir otro cosmos que solo puede ser expresado por el arte.