La inspiración del proyecto del fotógrafo gaditano reside en un manual del naturalista suizo Charles-A. Vaucher que hojeaba de niño: Oiseaux en vol (Pájaros en vuelo), editado en 1962. Pero su concepto va más allá de una exposición fotográfica y sienta las bases para la reflexión sobre un fenómeno social muy actual, el de las personas que deben abandonar su país de origen en busca de mejores condiciones de vida.
Juan del Junco (Jerez de la Frontera, 1972) se introdujo en el mundo de las aves de la mano de su padre, un reputado ornitólogo. “Durante miles de años, las aves se han desplazado desde África hasta nuestras tierras en un arriesgado viaje hacia lugares favorables para su supervivencia y la reproducción. Actualmente, miles de españoles, sobre todo jóvenes, han tenido que abandonar nuestro país desde 2008 en busca de un futuro mejor. Igualmente, por desgracia, miles y miles de refugiados sirios, de Oriente Próximo o subsaharianos pretenden alcanzar idéntico destino. En su éxodo masivo, son retenidos por las fronteras y los estados. Igual que las aves, las personas deben viajar para buscar condiciones de vida favorables”, apunta Del Junco.
Del Junco ha utilizado carretes de 35 milímetros en blanco y negro y ha optado siempre por un foco manual. Además ha empleado lentes básicas para intentar recrear, a través de un escaneado doméstico, el alto contraste que conseguían las imprentas en los años 60 y revindicar así los aspectos artesanales del oficio.
Memoria personal
Sema D’Acosta, comisario de la exposición
El punto de partida de este proyecto es la memoria personal del artista, que bucea en sus recuerdos para rescatar algunos libros que conformaron su imaginario. De entre los muchos que poseía su padre, un ornitólogo de Jerez de la Frontera, se sentía especialmente atraído por Oiseaux En Vol (Pájaros en vuelo), un manual publicado en 1962 que, lejos de la visión taxonómica que caracteriza la mirada científica, posee un carácter extremadamente personal.
El modo de plantear las fotografías y establecer relaciones entre ellas, mucho más cercano a un fotolibro que a un diccionario de aves, denota un acercamiento subjetivo al medio natural. Sus páginas se caracterizan no por mostrarnos el mundo de estos asombrosos seres alados, sino por constatarlo a través de una experiencia propia.
Absorto en este poso de información privilegiada, Juan del Junco hojeaba de pequeño una y otra vez Oiseaux En Vol. Calcaba las imágenes, dibujaba la silueta de los pájaros o fantaseaba pensando cómo serían estos animales en su entorno salvaje. Ese territorio mágico en el que se introduce gracias a su progenitor se convertirá en un hecho diferencial que marcará para siempre su personalidad artística, un sedimento que ahora emerge entrecruzando el lenguaje artístico con el científico en un momento clave para ambas disciplinas, principios de los años 60, un periodo crucial donde precisamente la fotografía empieza a utilizarse como herramienta conceptual al servicio de un discurso.