Estas 20 obras, pertenecientes a 17 conjuntos, transportan de la plenitud del románico al renacimiento, entre los siglos XII y XVI. El grupo más numeroso corresponde al gótico, con 14 piezas, mientras que de arte románico han ingresado cinco fragmentos de pintura mural. Entre las obras donadas por el coleccionista también se incluye una renacentista, en concreto una tabla de las primeras décadas del siglo XV atribuida a Pedro Romana.
Muchas de estas obras son fundamentales para completar y enriquecer las colecciones medievales del MNAC. En la selección destacan algunos de los nombres más celebrados de la pintura gótica catalana, como los hermanos Serra, Lluís Borrassà o Bernat Martorell. Pero el marco histórico y geográfico de la colección también alcanza a otros territorios españoles, como Aragón, Castilla, León o Andalucía, reuniendo obras de autores tan destacados como Nicolás Francés o Martín Bernat.
Las 20 obras de la Colección Antonio Gallardo Ballart ingresaron en el MNAC en el último trimestre de 2015 gracias a un acuerdo entre el coleccionista y los departamentos de Economía y Conocimiento y de Cultura de la Generalitat. El acuerdo combina la donación de 10 obras con la dación en pago de impuestos de otras seis, a las que hay que añadir el depósito de otras cuatro más.
Este ingreso tiene otros precedentes, como el de la colección Matías Muntadas (1956), el legado de Santiago Espona (1958), la donación de la colección de Pere Fontana (1976) o el legado de José Antonio Bertrand (1981). Desde principios de este siglo, el último ingreso puntual de una obra a las colecciones de románico se produjo en 2008, y a las de gótico en 2010.