En la muestra, Gonnord se apoya en los retratos –»interpelaciones mudas», en sus palabras–, que narran historias desde la sobriedad y resaltan la dignidad de los retratados. Estos, ajenos a la cámara del francés, miran al infinito.
El fotógrafo se involucra con las personas que retrata, conviviendo con ellos, aprendiendo a conocerlos. Así, su obra refleja su empatía con los problemas y la experiencia vital de los retratados. Estas imágenes pretenden, en suma, “romper las barreras sociales” y conseguir que el público se mimetice con los protagonistas de sus fotografías como si fueran “un espejo en el que descubrirse a uno mismo y a la condición humana”.
Colectivos invisibles
De Laboris reflexiona sobre la escasa visibilidad que tienen en la sociedad española actual algunos colectivos como el que conforman los mineros o los gitanos. La exposición, que incluye un vídeo y 36 fotografías de gran formato (32 de nueva creación), ocupa la ‘Sala La Caixa’, situada en la planta principal del Museo, la más amplia del edificio, con cerca de 465 metros cuadrados y paredes de entre 11 y 15 metros de altura.
En Los gitanos de La Raya retrata a los miembros de un clan gitano de etnia luso-extremeña en La Raya/A Raia, frontera entre España y Portugal, que aun viviendo en nuestros días simboliza en el imaginario colectivo a un pueblo exiliado desde hace siglos que lucha por su supervivencia frente a la globalización. Un grupo nómada que vive a caballo entre España y Portugal y recoge la herencia mestiza de las diferentes razas que poblaron la península ibérica junto a la del pueblo gitano.
“Forman parte de comunidades que no es que estén marginadas, sino que se encuentran más allá de nuestros límites y de nuestra zona de confort que, por cierto, cada vez es más pequeña”, explica Valentín Vallhonrat, miembro del Comité de Dirección Artística del museo universitario. “Son personas con raíces muy ancladas y que están amparadas por la solidaridad que se genera dentro de una familia y de un grupo, algo que me parece extraordinario y admirable. En las ciudades vivimos de forma más autónoma y estamos perdiendo nuestras propias raíces, que cada vez resultan más borrosas”, afirma Gonnord.
Mundos en declive
En Los mineros, Gonnord refleja un mundo ya en declive, de héroes forjados en los inicios del movimiento obrero y sindical. El francés retrata a los mineros de la cuenca asturleonesa, en la que, junto a trabajadores oriundos de la región y herederos de largas dinastías vinculadas a la mina, conviven en la actualidad inmigrantes de diferentes cuencas mineras europeas, también herederos de una tradición ancestral, vinculada a un mundo laboral duro y difícil, pero joven y vital, compuesto en su mayor parte por hombres.
Además de las fotografías, la exposición incluye un vídeo de algo más de siete minutos con el que el artista complementa su obra sobre la minería. Titulado Coal Screen Test, la proyección muestra a un grupo de mineros que se exponen sucesivamente ante la mirada del fotógrafo justo después de una jornada laboral.
Gonnord plantea una mirada directa a estos personajes, cuyas vidas hablan de una actividad en declive, de un futuro incierto, y de un modo de vida basado en el esfuerzo. Los cambios tecnológicos y sociales en nuestra era post-industrial han provocado que el de los mineros sea un colectivo en retroceso. Apenas quedan dos mil en España, que viven una vida laboral breve, pero muy intensa y arriesgada. “Es un réquiem por la minería”, concluye el artista.
Fotógrafo autodidacta, el trabajo de Pierre Gonnord se centra fundamentalmente en los rostros humanos. Ejemplos de ello son sus trabajos Interiors (Madrid, 199), City (Nueva York, 2001) y Utópicos (2004-2005). En ellos se muestran secuencias de retratos de muy diverso tipo, donde elige un acercamiento a personas «al margen» de la sociedad y los fotografía en primeros planos: vagabundos, presos, locos, pero también monjes, geishas o miembros de bandas urbanas. Ha expuesto en numerosas galerías públicas y privadas y ha recibido el Premio de Cultura de la Comunidad de Madrid (2007) y el Premio Internacional de Fotografía de Alcobendas (2014). Actualmente trabaja para San Sebastián Capital Europea de la Cultura 2016 con un trabajo sobre los deportes ancestrales vascos. Gonnord reside en Madrid desde 1988.
Tender Puentes
Tender Puentes es un proyecto curatorial que promueve el Museo Universidad de Navarra desde 2002 y que está comisariado por Santiago Olmo y Rafael Levenfeld. Pretende poner en diálogo a artistas contemporáneos con los primitivos, puesto que la Colección del Museo recorre la historia de la fotografía en España, desde sus orígenes (la primera data de 1848) hasta la actualidad, atendiendo a la fotografía desde su aspecto documental en relación con lo real e imaginario.
Este proyecto plantea un diálogo entre fotógrafos contemporáneos con la producción de aquellos pioneros en España del siglo XIX, proponiendo también –junto a la creación artística– una reflexión teórica en forma de libro, conferencias y otras actividades docentes que permitan poner voz a unas obras dentro de un contexto que parece reproducir una situación similar: el comienzo de grandes cambios tecnológicos y de las formas de comunicación.
Tender Puentes cuenta hasta el momento con cerca de 400 piezas ejecutadas ad hoc por 14 artistas contemporáneos y con 12 publicaciones ya editadas y otras cinco en producción.
Roland Fischer, Ángel Fuentes, Manuel Brazuelo, Lynne Cohen, Jordi Bernadó, Sergio Belinchón, Gabriele Basílico, Xavier Ribas, Jorge Ribalta, Carlos Cánovas, y los premios nacionales María Bleda y José María Rosa, Joan Fontcuberta y Javier Vallhonrat son algunos de los artistas que participan, proyectando su mirada sobre la historia de la fotografía.