La exposición toma como punto de partida el concepto de campo expandido desarrollado por Rosalind Krauss a finales de los años 70 en torno a la escultura, para centrarse en su ampliación e irradiación en la práctica artística contemporánea. El arte actual refleja la disolución de los límites entre lenguajes, soportes y técnicas, resultando un objeto mestizo, dúctil e impuro que imposibilita la delimitación tradicional de las categorías artísticas.
La bidimensionalidad inherente al dibujo, la fotografía o la pintura se ve trastocada profundamente para derivar en un objeto que adquiere volumen, invade el espacio o se mezcla con técnicas tan diversas que llega a desaparecer la identificación unívoca de la obra de arte, mediada por el trasvase constante de soluciones técnicas y lingüísticas de los distintos medios expresivos.
Así se han reunido los dibujos-instalación de Carla Chaim (São Paulo, 1983) y Manuel Calderón (Bogotá, 1985); las fotografías tridimensionales de Germán Gómez (Gijón, 1972), Javier Vanegas (Bogotá, 1984) y Ambra Polidori (México D.F., 1954); los movimientos cromocinéticos de la obra objetual de Martha Boto (Buenos Aires, 1925 – París, 2004); las indagaciones plásticas de Rodríguez Silva (Olivares, Sevilla, 1960) en torno a la pintura; las construcciones con material de embalaje y los pliegos doblados o arrugados de Irma Álvarez-Laviada (Gijón, 1978); los collages orgánico-geométricos de Victoria Encinas (Madrid, 1962); los ejercicios de pintura expandida de la serie Souvenirs de César Delgado (Madrid, 1961), o los juegos de trasgresión de límites plásticos que plantea Emilio Gañán (Plasencia, 1972).
Completan la lista de artistas participantes los trabajos de Fernando Arias, Stephan Balkenhol, Alberto Baraya, Álvaro Barrios, Aurora Cañero, Ana Del Amo, Juan Carlos Delgado, Rodrigo Echeverri, Adrián Gaitán, Dalila Gonçalves, Irene Grau, Lorena Guzmán y Miguel Harte, entre otros.