Los azulejos tuvieron una enorme importancia en Portugal en la decoración de los espacios públicos y privados, sobre todo a partir del siglo XVII. Inicialmente confinados al interior de las iglesias y casas ricas, o a los espacios conventuales y jardines privados, en el siglo XX pasan al exterior de los edificios para revestir las fachadas principales de las casas en varias ciudades del país. En los años finales del siglo XIX, y en mayor medida en la primera mitad del siglo XX, surge una nueva forma de decorar los espacios, en su mayor parte públicos, como son las estaciones de tren, los mercados, las plazas, los jardines, etc.
Como motivo de inspiración para una gran parte de los paneles que decoraban estos lugares, los artistas que pintaron los azulejos en varias fábricas, concentradas particularmente en las zonas de Lisboa, Oporto (Vila Nova de Gaia) y Aveiro, se sirvieron de imágenes fotográficas difundidas a través de variadísimas publicaciones, como libros y revistas, y colecciones fotográficas que habiendo tenido su origen en el siglo XIX se multiplicaron durante este periodo.
Paisaje humanizado
La iconografía plasmada en los azulejos fue variada, desde paisajes y monumentos a imágenes de la vida campesina y preindustrial. El paisaje que muestran los paneles de azulejos está humanizado en la inmensa mayoría de los casos, totalmente culturizado. Por otro lado, la selección de monumentos que se ve en los paneles no está exenta de intencionalidades.
Así, aparecen iconos de tipo turístico que quieren ser un panorama totalizador que abarca todo el país, o que exaltan la importancia de la ciudad con un carácter local o bien regional. Muchos paneles muestran a personas aisladas, fuera de contexto o en su ámbito de trabajo, que remiten a los “tipos” que aparecen en el siglo XIX para caracterizar a determinados grupos del “pueblo” rural. Los trabajos que se encuentran en los azulejos ofrecen al visitante un reflejo de lo que cualquier persona podría ver, incidiendo en lo arquetípico.
La exposición ha sido organizada por el Museu Nacional de Soares dos Reis, el Museo Etnográfico Provincial de León y el Museo Nacional de Antropología, dentro del programa Cultura Portugal.