Pividal desarrolla desde hace años una línea de trabajo en la que, a partir de una relectura de ciertos conceptos barthesianos referidos a la imagen y al texto, investiga las posibilidades de las palabras para «decir cuerpo».
En las piezas de su anterior serie, Écrire en blanc, desarrolló una escritura «en blanco» a partir de sintéticas formas geométricas que acertadamente contrastaban con las palabras que escribía, todas ellas relacionadas con lo afectivo, lo sensible, lo inasible del cuerpo.
«Durar», en esta nuevo proyecto, se fusiona con «arder»: Durarder. Una frase extraída de los Fragmentos de un discurso amoroso se ha convertido en el eje vertebrador de todas las piezas, que obsesivamente inciden en la misma idea: ¿por qué durar es mejor que arder?
Colores fluorescentes y textos escritos en negro sobre fondo negro. Un despliegue de recursos plásticos que se supedita estrictamente al desarrollo de las cuestiones que le interesan: más allá de la imagen, del cuerpo, ¿qué queda?
Durarder supone una intensificación de las cuestiones presentes en su trabajo actualmente, pero también es un salto hacia adelante en esa torcida línea de huida del cuerpo.
En los últimos años, Pividal ha realizado muestras individuales con la galería Art Nueve de Murcia, La Taller de Bilbao, la galería Louis 21 de Palma de Mallorca, la galería Fúcares de Almagro y con la editora Ogami Press, y en instituciones públicas como el Centro Párraga de Murcia.
Sus proyectos de obra gráfica han sido mostrados en el FIG de Bilbao y en el premio Máximo Ramos de La Coruña y reconocidos con el primer premio por el Museo del Grabado de Marbella, la Fundación Ankaria y el certamen Carmen Arozena. En 2015 consiguió el Premio de la Comunidad de Madrid por el proyecto presentado en la feria Estampa.