Este pintor formado en la Facultad de Bellas Artes de Cuenca inició su carrera con una obra figurativa-expresionista, bruta y a veces salvaje, mezclando telas con grandes cartones procedentes de embalajes de electrodomésticos recogidos en la calle. Su trabajo, poco a poco, ha ido evolucionando hacia unas composiciones muy esquemáticas en las que la repetición continua llega a ser un elemento clave.
Inicialmente, el color desbordaba sus obras. Hoy sus composiciones ordenadas sobre fondos de blanco intenso inducen a la observación tranquila y a la meditación. En estas obras se puede ver como lo ascético y lo icónico se funden en gran formato, retomando el esfuerzo físico y mental, sobre fondos blancos a modo de folios gigantes…como hojas que se arrancan de un bloc de esbozo a gran escala, una por una.