El título, con clara alusión irónica al libro de Kandinsky Punto y línea sobre el plano y a las teorías freudianas, reivindica el trazo (imperfecto y pulsional, monótonamente reiterativo) para provocar tensiones a la vez que descargas emocionales desde su realización.
El punto de partida de los dibujos de la serie Ocells es un vídeo grabado en las tierras del Ebro en marzo de 2013 que se muestra en la exposición. En este caso los dibujos están hechos golpeando el bolígrafo contra el papel para expandir el punto y crear armonías que se contraen y expanden, como el vuelo de los pájaros.
El fil d’Ariadna es un trabajo obsesivo que tendría sus raíces en las Marañas de los años 90 de Antonio Murado y en trabajos de Ruth Morán posteriores al 2006, así como en algunas de las composiciones musicales de Steve Reich o John Cage. Al contrario del mito, en El fil d’Ariadna el dibujo rota obstinadamente sobre sí mismo creando una sensación de enredo en el horror vacui de la obra. De hecho, su inicio es hacer la prueba de si el bolígrafo se desliza bien sobre el papel y sólo se detiene cuando no queda ningún espacio en blanco.
Impacte, el trabajo más reciente, basado en experiencias reales, consiste en trazar líneas desde un punto hasta el extremo del papel. El resultado provocado oscila entre el efecto expansivo de una explosión y la impresión emocional intensa que te cautiva y engulle.