Comisariada por Javier Molins, crítico de arte y doctor en Bellas Artes por la Universidad Politécnica de Valencia, esta es la primera exposición en España que realiza un recorrido amplio por la trayectoria de Sean Scully desde los años 70 hasta la actualidad. El pintor irlandés destaca por su gran dominio del color y sus composiciones de líneas horizontales y verticales. En estos años se ha podido ver cómo sus obras mantienen un perfecto equilibrio entre la energía gestual del expresionismo abstracto y la rigurosa disciplina del minimalismo norteamericano.
También es la primera vez que se confronta en el mismo espacio el trabajo de Scully con el de Liliane Tomasko, dos artistas que comparten sus vidas. Tomasko centra su obra en la observación de la realidad y, en concreto, en la esfera de la vida privada y cotidiana. La artista fotografía esos objetos y luego los traslada a la pintura en una serie de obras que buscan la tercera dimensión y, en los últimos años, tienden a la abstracción.
Este encuentro permite ver en el mismo espacio el trabajo de esta pareja de artistas que tienen como nexo común su inspiración en la contemplación de la realidad, aunque plasmada en cada uno según su propio estilo. Con motivo de la muestra se ha editado un catálogo que recoge imágenes de las obras que forman parte de la exposición y textos del comisario, Javier Molins, analizando sus influencias y sus procesos de creación artística.