La muestra incluye 17 obras en óleo sobre papel tratado o lienzo que reflejan el lenguaje personal del artista, que ha conseguido una gran madurez estética. En sus cuadros, híbridos de sillones y butacas se confrontan; sofás y chimeneas proporcionan fondos, aportando sugerentes presencias y colores que se extienden de lo coqueto a lo repulsivo.
Esta Chaise-longue, que Marcel Duchamp hubiese exiliado del taller del pintor, encontró su camino en el estudio de Edmondson en Usera. Estamos ante una exposición que relaciona el presente con el pasado, representando el mobiliario en un sentido casi figurativo, como si fuera una sutil abreviación de Olympias, Majas, o Venus reclinadas. El pasado y las referencias al mismo se convierten en aliados del pintor.