En el collage siempre hay algo de subversivo en el acto de apropiarse de imágenes para crear otras. «Sin duda es uno de los principales ingredientes de la cultura visual del siglo XXI. Y tal vez, el que mejor refleja el mundo en que vivimos, ese bombardeo de imágenes –e información– constante que nos llega por diferentes canales las 24 horas del día», destaca Jesús Cano, comisario de la muestra.
Esta reúne a creadores españoles contemporáneos que, armados de tijeras y pegamento (o photoshop) crean, a partir de elementos ajenos, ya sea una fotografía, páginas de periódicos, objetos cotidianos…, una nueva obra a veces onírica, otras sugerente, en ocasiones reivindicativa y, por qué no, también divertida.
Forma de expresión
Sin la intención de ser una exposición enciclopédica del collage actual, la exposición quiere mostrar el trabajo de destacados creadores que hoy hacen avanzar esta técnica con nuevas interpretaciones y usos, jugando entre la línea que separa el drama y el humor, entre la poesía y la protesta.
La selección de los artistas mezcla creadores de diferentes ámbitos, el arte, la ilustración o el diseño, que han encontrado en el collage una forma de expresión. Sara Huete, Dis Berlín, Manuel Antonio Domínguez, Ernesto Artillo y Artefacto son un ejemplo de autores multidisciplinares que han jugado constantemente con esta técnica en su obra artística. Pero también están presentes en la muestra maestros del diseño y la ilustración como Emilio Gil, Pep Carrió, Sean Mackaoui e Isidro Ferrer, que en sus trabajos, tanto profesionales como personales, han apostado por esta forma de expresión.
El collage ha calado también en una nueva generación de artistas que han encontrado en este soporte su modo de expresión. Hablamos de Clara Mata, Cless, Dani Sanchís, Max o Matic, Mira Ruido, Nicolás Santos, Patricia Bolinches, Rafafans, Raúl Lázaro, Rubén B, Sr. García y Yelena Smith. Es un colectivo que, desde exposiciones individuales o colectivas, locales o internacionales, reivindica una técnica genuinamente del siglo XXI porque la apropiación, el «corta y pega» y remezclar es la esencia de esta época.
Un poco de historia
En otoño de 1912, Georges Braque y Pablo Picasso realizaron los que se considera primeros papier collé (papel encolado) en algunas de sus características naturalezas muertas. Una paternidad compartida en la que los críticos no se ponen de acuerdo sobre quién fue el primero. En los siguientes años, los cubistas experimentarían con toda clase de materiales.
Con el paso del tiempo, también los futuristas, sobre todo los italianos, trabajaron con esta técnica. Hay obras emblemáticas en el trabajo de Kazimir Malevich y en el movimiento dadaísta. El collage fue particularmente importante para el movimiento surrealista. Max Ernst fue, tal vez, uno de sus exponentes más destacados. Él exploró todas sus posibilidades y fue famoso por sus múltiples experimentos y por el descubrimiento de nuevos métodos.
Las décadas de los años 40 a los 60 dieron paso al Pop Art. Los artistas pop empleaban la forma tradicional de collage para mostrar la banalidad de la publicidad y de la sociedad de consumo. Uno de los primeros artistas pop fue Richard Hamilton, cuya obra ¿Qué es lo que hace los hogares de hoy tan diferentes, tan atractivos? (1956), sentó las bases de la iconografía pop.
Mas cerca, en España, históricos como Julio González o Juan Gris utilizaron el collage en la época de las vanguardias. Y ya a mediados del siglo XX también Tàpies o Chillida experimentaron de diferentes formas con él. En los últimos años, Carmen Calvo presenta una obra donde el ensamblaje es protagonista.