Las obras de Corby manifiestan complejos equilibrios entre la geometría y la gestualidad, poniendo en relación diferentes masas de color que generan una sintaxis subjetiva, resultado de la visión del artista acerca de la realidad. Este lenguaje propio, codificado a través de la técnica del collage, alude a una pintura textual, como si de un metatexto que sobrevuela la forma se tratara.
Como señala Alberto Ruiz de Samaniego, un texto mayor que ya no sólo maneja afiliaciones formales, sino sobre todo un abanico de dispositivos espaciales, referenciales, sociales, narrativos, pulsionales. Este texto, a su vez, se autoimpone limitaciones como la planitud del lienzo, la frontalidad, el recorte, como si de una manera laxa se persiguiera la autonomía formal que Greemberg manifestara para la pintura.
Corby persigue asimismo un proceso en el cual la repetición es una herramienta para la obtención de conocimiento. Repetirá una forma, una marca o un gesto dentro de las convenciones que él establece, según sus propias normas y dejará un pequeño resquicio al azar, un azar controlado, contenido, una irracionalidad que pronto vuelve a los moldes que el artista ha previsto.
Lawrence Corby estudió en Central St. Martins (1992) y en el Royal College of Art (1995). Su primera exposición, In Love with Europe, junto a David Risley, se inauguró en la londinense The Zwemmer Gallery en el año 2001. Su trabajo se presentó por primera vez en Art Nueve en 2009 en la exposición From London. Stand by Me es su quinta muestra en solitario y la segunda en España con Art Nueve.