Animal Collective muestra el trabajo de 26 colectivos de 13 nacionalidades a través de más de 350 piezas, entre las que se incluyen originales, serigrafías, esculturas, carteles, publicaciones y vídeos. La exposición sigue las líneas que los conectan artísticamente, que traspasan fronteras creando puentes de intercambio y comunicación en sentido cultural, geográfico y generacional.
Los recursos del cómic son tan amplios como el número de autores que lo practican, «ya que cada uno ofrece su propio código visual y narrativo. Pero, a menudo, el cómic evoluciona y experimenta saltos cualitativos gracias al impulso de pequeños colectivos de autores. Éstos mantienen una relación horizontal con otras artes contemporáneas y, además de reforzar los esfuerzos individuales de sus miembros, generan dinámicas de influencia con otros colectivos alejados en el espacio que acaban por definir un marco artístico, si no homogéneo, al menos sí tendente hacia una dirección similar, la de una expresión libre, cambiante e inagotable”, aseguran Alberto García Marcos y César Sánchez.
Los visitantes podrán ver, entre otros, trabajos de kuš!, la primera y única editorial de cómics de Letonia; Stripburger, la única revista de cómics eslovena; Actus Tragicus, el colectivo israelí más influyente en su país; Dongery, el colectivo de autores de cómic más importante de Noruega; o Kutikuti, la cuna del cómic contemporáneo finlandés. Se exhiben obras seleccionadas de colectivos que han seguido la senda de los fanzines y la autoedición, con ejemplos internacionales como Tonto (Graz) o Spring (Hamburgo), un colectivo formado íntegramente por mujeres; y ejemplos nacionales como Cero Eficacia (Cáceres), Zángano Cómix (Barcelona) y Polen (Valencia).
La muestra incluye también una representación de colectivos que funcionan como pequeñas editoriales que dan cabida a autores con perfiles similares, tanto fuera como dentro de nuestras fronteras. Algunos ejemplos son FRMK (Bruselas), Landfill (Londres), Lagon (Busissard/París), Misma (Toulouse), APA APA (Barcelona), Fosfatina (Vigo) o Inefable Tebeos (Valencia).
Incluye, además, ejemplos de agrupaciones que se adentran en actividades que se entrecruzan con el cómic, como la ilustración, la música o los festivales de autoedición: Crack! (Roma), el festival Novo Doba (Belgrado),Tenderete (Valencia), Gutter Fest (Barcelona), Liceo Mutante (Pontevedra) o No tengo mamá (Vigo), en España. Animal Collective se acerca también a colectivos que trabajan en el medio digital exclusivamente, como Tik Tok (Madrid), y a nivel local, como Ultrarradio, uno de los colectivos más importantes de la capital. En palabras de los comisarios, “de la capacidad de mutación y adaptación de estos colectivos depende la supervivencia y, en un alto grado, también la evolución del cómic como forma artística”.