Como en un rito de paso, el visitante penetra en la exposición atravesando un velo, un kimono más exactamente, titulado Return to us (2016), que señala el umbral del espacio. En la superficie de la seda y el raso, el artista ha bordado las representaciones visuales de manifestaciones sonoras y luminosas en el instante en que se presenta el tsunami que devastó la costa de Tohoku y dejó la huella radioactiva de Fukushima en 2011. Esta obra contempla la vida frente al accidente («lo que sucede» en latín), nuestros seres frente al tiempo, el nacimiento frente al desastre.
Los cinco volúmenes de El libro de las mil y una noches (1996-2016) se han reunido por primera vez en Calcografía Nacional. Este proyecto se inició en París en 1996, en colaboración con Michael Woolworth, basándose en una edición francesa de Las mil y una noches de Joseph-Charles Mardrus de entre 1898 y 1904. A medida que los años han pasado, cada volumen editado se convirtió en el testigo de las preocupaciones y las búsquedas formales del artista en ciertos periodos de su carrera. Para Sicilia, esta serie de Las mil y una noches habla de su relación con la vida.
«Alf Laylah wa-Laylah (mil noches y una noche) expresa la idea de un número infinito, sabiendo que mil representa el infinito conceptual en las matemáticas árabes, una combinación infinita en el mundo de las posibles imágenes. Yo creo que cada uno de nosotros contiene una noche y que ésta contiene otras noches. Cada una de nuestras noches es una sucesión de imágenes encerradas en otras imágenes. Nuestro mundo es una red infinita de noches o de imágenes puestas en relación; el tiempo y nuestros seres son un arte de esta relación. […] Para mí, Las mil y una noches han sido una noche más a añadir, la noche de mi vida, de mi cuerpo», afirma Sicilia.
El artista presenta además tres estampas de la serie La locura del ver (2016) que son traducciones informáticas de la experiencia de Young de 1801 en el origen de la física cuántica, ciencia que nos conduce a pensar que la realidad no es más que una ilusión óptica.
Espacio natural y mental
José María Sicilia ha sido siempre profundamente sensible al espacio natural y mental. Ha dedicado gran parte de su carrera a cuestionarse las fronteras inmateriales entre lo físico y lo espiritual. Más allá de su belleza inmediata e inquietante, la obra de Sicilia traslada a territorios de frontera, donde lo familiar se vuelve extraño.
Las últimas exposiciones de Sicilia han tenido lugar en el Musée Delacroix (París), Palacete del Embarcadero (Santander), Centre Pompidou Metz, Matadero Madrid, Fukushima Prefectural Museum of Art, Santa Caridad de Sevilla, Amos Anderson Art Museum (Helsinki), Prefectural Art Museum (Nagasaki), Musée du Louvre (París) y el Albright-Knox Art Gallery (Buffalo).
Su obra está representada en importantes colecciones públicas y privadas de Europa, Estados Unidos y Asia: Museum of Modern Art (MoMA, Nueva York), Solomon R. Guggenheim Museum (Nueva York), M+ Museum (Hong Kong), Musée National d’Art Moderne / Centre Pompidou (París), CAPC Musée d’Art Contemporain (Bordeaux), Fundació Museu d’Art Contemporani (Barcelona), Colección Arte Contemporáneo Fundació La Caixa (Barcelona), CAAM Centro Atlántico de Arte Moderno (Las Palmas de Gran Canaria), Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (Madrid), Colección Banco de España (Madrid) y Colección Comunidad de Madrid, entre otras.