Joya de la dramaturgia canadiense donde los personajes luchan incansables contra un destino que les confronta sin remedio con el pasado, esta producción de Teatro de La Abadía e Ysarca, en colaboración con Teatro del Invernadero, cuenta tres historias emparentadas: la de Nawal, desde que se enamora del joven Wahab y se queda embarazada hasta su muerte; la de su primer hijo, del que la separan nada más nacer y a quien busca, incansable, durante toda la vida; y una nueva búsqueda emprendida por sus hijos gemelos para llegar a la verdad de su pasado, a la verdad de Nawal, que representa a la mujer de cualquier país en guerra (violada y humillada) pero también la historia de todo un país.
La trama comienza con la muerte de Nawal Marwan. Y en ese mismo día, en la lectura de su testamento, ella abre la puerta a su silencio y a sus secretos, a los misterios dolorosos de una familia, porque, como afirma el propio Mouawad, “somos casas habitadas por un inquilino del que no sabemos nada”. Ha dejado a sus gemelos, Jeanne y Simon, un cuaderno rojo, una chaqueta de tela verde y dos sobres que comportan una petición llena de consecuencias, como otras tantas cajas de Pandora, orígenes de males y maravillas, cuyo contenido arrastrará a los gemelos hacia un pasado desconocido, hacia un continente lejano, hacia un segundo nacimiento.
“La infancia es un cuchillo clavado en la garganta. No se lo arranca uno fácilmente”, afirma el autor, que prosigue, “solamente las palabras tienen el poder de arrancarlo y calmar así la quemadura”. El autor ha logrado con esta obra incendiar el corazón del público de muchos países, cuan aves fénix que renacen de sus cenizas. Incendios habla de ese renacer, del origen y de los fuegos que a veces hay que sembrar para encontrarse con uno mismo. Sobre el escenario se reúne para la ocasión un reparto extraordinario formado por Ramón Barea, Lucía Barrado, Núria Espert, Álex García, Alberto Iglesias, Laia Marull, Carlota Olcina y Edu Soto.
- Viernes y sábado a las 21.00 h.