La obra de Dis Berlin se caracteriza por la esmerada técnica con la que está ejecutada y por ese mundo propio tan particular que representa. La selección de su trabajo está compuesta en su mayor parte por paisajes e interiores poblados por objetos y figuras humanas tratadas casi como objetos. La combinación de estos elementos produce escenas paradójicas cargadas de misterio y de sentido del humor. En estas piezas consigue crear un ambiente metafísico del que emana una quietud y un silencio que invitan a la meditación, nacida deliberadamente como contrapunto a la confusión y vacuidad que él percibe en el mundo actual.
Desde sus inicios, el artista ha demostrado gran versatilidad de propuestas estéticas con las más variadas técnicas; pintura, dibujo, collage, escultura, fotografía, fotomontaje, cerámica… Sin embargo, toda su obra está presidida por el mismo espíritu: el rico mundo de su imaginario. Dis Berlin planifica meticulosamente sus exposiciones tanto desde un punto de vista estético como temático.