A través de la manipulación selectiva de imágenes, aparatos y diferentes objetos asociados a la construcción y transmisión de conocimiento, Lamas plantea una discusión crítica sobre los mecanismos colectivos que modelan las percepciones compartidas. Las grietas que se producen entre los diferentes métodos de representación y lo que se ha convenido en llamar «realidad» alertan al artista de la relatividad y maleabilidad de todo lo que intentamos comprender racionalmente.

En su proyecto desarrolla un complejo entramado de relaciones evocativas que dejan al descubierto el trazado de un sistema cuyo equilibrio se basa, precisamente, en el desequilibrio y en la propia inconsistencia. En la pared central del Espai 13 se muestra el proyecto fotográfico Blind Gestures (2014-2106), una serie de imágenes de gran formato obtenidas del escaneo de varias tabletas táctiles apagadas. Utilizando el escáner como cámara fotográfica, Lamas revela la relación intransferible entre usuario y dispositivo y explora los límites que separan cuerpo físico y datos digitales a partir del dibujo de los usos que delatan las marcas de los dedos, las partículas de polvo o los rasguños en las pantallas.

También a partir de la noción de rastro elabora Plato’s Cave (2016), un trabajo videográfico que recrea el mite de la caverna, en las que la realidad se manifiesta únicamente como rastros de luz y sombras proyectados sobre las paredes de la cueva de unos prisioneros. En contraste directo se muestra Black Mirror (2016), una pieza que funciona como una versión oscura de la realidad que el espectador confronta al verse reflejado en una pantalla apagada y, precisamente por ello, muy reflectora.

Analógico y digital

De la relación entre imagen y realidad a la divergencia entre mundo analógico y mundo digital en Partial View (2013-2016), pieza en la que Lamas incide en la imposibilidad de correspondencia mediante un dispositivo de fuerte carga poética que fracasa cuando intenta grabar digitalmente la realidad.

A continuación, la acción configura la obra Stop motion #3 (2016), un plano escultórico modelable en el que el visitante puede intervenir dejando marcas, huellas y gestos que se van superponiendo para crear una realidad en permanente estado de transformación.

La muestra se completa con diferentes piezas repartidas por la sala que crean una constelación de conexiones poéticas donde los objetos se cargan de significados nuevos a través de juegos de palabras, metáforas, metonimias y paradojas que plantean la posibilidad de un método alternativo de cognición.

Esta muestra forma parte de Un pie fuera. Expediciones y diásporas, el ciclo de exposiciones del Espai 13 para la temporada 2016-2107. El programa propone reflexionar sobre cuestiones de pertenencia, continuidad y ruptura del modelo establecido en la escena artística de Barcelona.

• Texto del comisario Jordi Antas