Comisariada por Fernando Castro, la exposición introduce al visitante en aspectos cotidianos de la vida moderna. En las obras expuestas, creaciones realizadas entre 2000 y 2015, Opie utiliza diversas técnicas y materiales, como acrílicos, vinilos sobre aluminio, tinta o madera, animaciones y videoinstalación en pantallas LCD y LED.
En su obra da cuenta de lo que le rodea y trata de introducir en la mirada metropolitana una experiencia estética, además de reflexionar sobre cómo vemos las cosas y las representamos. En su trabajo pretende atrapar lo esencial, con una economía formal que da todo el protagonismo a la línea y el color.
Los retratos y las figuras humanas protagonizan la muestra. El artista comienza a mostrar retratos esquemáticos en el año 2000, en un momento en el que en su trabajo se vuelve decisivo el uso del ordenador y la tecnología. En sus retratos retoma la tradición de la pintura británica y holandesa de los siglos XVII y XVIII, pero también las estampas japonesas, con la inspiración de las obras de Hiroshige y Utamaro.
Opie introduce a sus personajes en un escenario público, donde cada rostro tiene un singular potencial de seducción y donde cada comunidad se desarrolla, con las singularidades culturales de cada territorio y el movimiento o actitud de sus gentes, convirtiendo lo cotidiano en icónico y buscando un lenguaje universal.
Como complemento de la exposición se ha editado un catálogo con textos de Fernando Castro y de David Barro, en los que se revisa la esencia y la trayectoria del trabajo del artista. Dentro de las actividades complementarias a la exposición se van a realizar talleres de arte gratuitos específicos para escolares, personas mayores, personas con discapacidad y personas en riesgo de exclusión social. También se ofrecen visitas guiadas gratuitas los viernes y sábados a las 19.00 h.