«Encuadrada unas veces en la comedia palatina, otras en la comedia urbana, lo cierto es que se trata de una comedia única, con gran personalidad y que destaca por la construcción de los personajes, por la belleza de sus parlamentos y por la originalidad de su estructura», explica Pimenta. Pero a pesar de esto la obra de Lope de Vega no es de las habituales en el repertorio de la Compañía.
Entre las diferencias fundamentales de este nuevo montaje se encuentra que el escritor situó la acción en el Nápoles del siglo XVII, mientras que la directora la lleva hasta el XVIII y le da protagonismo a la visión femenina. En palabras de Pimenta, la obra es «hermosa, tierna, divertida, oscura, luminosa, vibrante, bruta, triste, alegre, aristocrática y popular. Una comedia que nos atrapa desde el primer momento, cuando vemos a Diana, luchando torpemente por salir de la cárcel de oro en la que ha sido encerrada».
La protagonista es Diana, condesa de Belflor, y está enamorada de su secretario, Teodoro. Un amor que no se atreve a declarar por la diferencia de clases entre ambos. Pero tampoco quiere que éste se case con Marcela, así que le da esperanzas y se enreda con sus pretendientes nobles, creando un formidable lío con maneras de comedia. El título que Lope le dio es un dicho popular español, «el perro del hortelano, ni come ni deja comer», aparece en la literatura arábiga del siglo XI y revela el argumento de la obra, ya que Diana no puede amar a Teodoro y por eso, no lo deja amar ni ser amado.
Con escenografía de Ricardo Sánchez Cuerda y vestuario de Pedro Moreno, la obra de Lope es «meticulosa, labrada mediante unos recursos espacio-temporales, de lenguaje y versificación, de contexto y de procedimientos serios, cómicos y fantásticos que la hacen navegar, unas veces, con enorme brío, otras con la calma y el lirismo de sentir, dudar, temer… atravesando los rincones más ocultos y humanos de la experiencia de educación sentimental», concluye Pimenta.
- De miércoles a sábado a las 20.30 h.