Dirigida por Víctor Velasco, este montaje respeta los temas que obsesionaban a Proust, pero con un nuevo relato. «Su estructura se concentra en los mecanismos poco fiables del recuerdo. Un recuerdo, siempre inexacto, que actúa como falacia o simple reconstrucción de lo real. También la obra trata de configurarse como un canto íntimo sobre la memoria del amor, pero lo hace a través de su opuesto: el olvido», explica Rojano.
El elenco formado por Francesco Carril, Sandra Arpa, David Fernández ‘Fabu’ e Irene Ruiz pone en pie un relato que parte de Erika, una mujer que acaba de ser abandonada por T. y comienza una relación cibernética con Balzacman marcada por la ausencia y la extrañeza. El amor perdido de T. se ha transformado en un hondo abismo del que no es capaz de salir.
Con la ayuda del joven misterioso, un apasionado de la literatura francesa que se esconde tras un sombrero de cowboy, Erika emprenderá una huida hacia adelante enfocada en el olvido. Pero allí donde la mujer decide borrar el agrio pasado, luchando contra su memoria, Balzacman se aferra al recuerdo lanzándose a un demente viaje en busca de T., aquél que fue el amor de Erika y que ya sólo es la inicial de un nombre o, quizás, de un lugar. La obra es la respuesta a este viaje sin escapatoria.
«Ante la ausencia de T., la ‘pérdida amorosa’ de Erika nos embarca, con el inestimable auxilio del humor, en un emocionante viaje que culminará frente a un paisaje helado. Toda huida hacia el exterior, aunque nos arrastre a los límites del lejano norte, se convierte en una huida hacia el interior, transformándose en una mirada que se inclina sobre nosotros mismos, sobre nuestras heridas, sobre el pasado que dejamos atrás», asegura su autor.
- De martes a sábado a las 20.30 h. / Domingos a las 19.30 h.
- Encuentro con el público: 23 de marzo.