Entre las series que se exponen se encuentra la que da nombre a la exposición, 1525, compuesta por un total de 22 dibujos pequeños y dos obras grandes de cinco metros (las mayores creadas por el artista hasta el momento) que transportan al espectador a una Málaga llena de conspiraciones, secretos, recetas ocultas para envenenar y hasta casas encantadas.
Como explica el artista, «sentí la necesidad de expresarme de una forma más audaz, con una imagen colocada directamente en la pared, no oculta tras un cristal o confinada en un marco. Una experiencia inmediata. Me gusta la idea de que la gente sienta cierto desconcierto la primera vez que contempla los cuadros, y me gusta que sean relativamente bruscos. La gente se ve obligada a mirar dos veces. Eso está bien. Tiene que ver también con romper con la idea del dibujo como algo bonito. Un dibujo es un poema tierno, pero yo quiero escribir una novela emocionante».
Definido como un dibujante conceptual, Van Eeden realiza en su obra una clara simbiosis entre pintura y literatura. Selecciona imágenes de periódicos, revistas, libros de historia, fotografías y postales, las reinterpreta con sus lápices fusionando su faceta de narrador con la de pintor. Se introduce dentro de la imagen que dibuja como un voyeur que ve, escucha y narra, pero no participa. Desde 1993 realiza mínimo un dibujo al día, siempre relacionado con algún lugar y momento histórico anterior a su propio nacimiento que luego publica en su web.