Durante su infancia, Juan y Alejandro ya formaron una prolífica pareja creativa que podría considerase como el germen de lo que es ahora su universo visual y conceptual. Este hecho personifica la esencia de Brosmind, y es de gran importancia tanto en los contenidos que generan como en su mecánica de trabajo.
En esta muestra se ha querido brindar protagonismo al público e incidir en la interacción con la obra. Desde el inicio del recorrido, el espectador puede adquirir una función activa con la bienvenida de Motorbikes (2016): cinco deslizadores monoplaza, construidos en madera y metal que sirven de medio de transporte a los visitantes de la exposición y que cuentan con un sistema de audioguía. El público pasa de ser mero espectador a formar parte de la muestra e incluso a crear sus propios contenidos.
Constante inquietud
Dentro de una constante inquietud por explorar nuevos materiales, colaboraciones y posibilidades creativas, surge la obra Face (2016). La especialidad de Brosmind es la creación de personajes. Con Face explora el campo de la instalación artística a través de una inmensa figura hinchable. La obra va más allá a la hora de provocar emociones en el público, ya que la interacción con el espacio altera el comportamiento cuando se visita la exposición.
«Lo bueno de trabajar con un hermano es que lo conoces de toda la vida»
Otra de las novedades de la muestra son los gadgets tecnológicos de toma de decisiones Brosmind Tech 1-3, una extrapolación del modelismo de la infancia de los hermanos que conserva una interesante estética de fabricación casera. Se da al público la oportunidad de probar estas creaciones, aunque se trate de un recurso interno de Brosmind que funciona al estar pensado y diseñado para un sistema único, entre hermanos.
La experiencia expositiva invita al público a descubrir el universo Brosmind a través de intervenciones en el espacio que contemplan todo tipo de técnicas y soportes. Se puede ver como las acumulaciones y las multitudes son un signo de identidad en la exposición y un recurso efectivo a la hora de conquistar materiales y espacios.
El movimiento impregna las obras transmitiendo frescura y vitalidad, los encargos personales se retroalimentan dentro de una omnipresencia de la comida. Comida personificada y personajes con un tratamiento comestible. Una estética con notas americanas en la que el fast food cobra vida, y se entremezclan seres y pequeñas historias cómicas y surrealistas.
Contenedor y contenido
Su universo presenta una constante dualidad en la que a veces se confunde contenedor y contenido, un abigarramiento en el que nada es lo que parece. Un entramado de personajes en el que la materia no tiene límites y lo visceral se confunde con la fantasía. Lo blando, lo viscoso, lo líquido y lo volátil, frente a los gadgets tecnológicos y las formas geométricas.
La actitud frente a la creación artística que comparten Juan y Alejandro es uno de los aspectos más interesantes de la muestra. La búsqueda de la libertad creativa, la espontaneidad y la huida de los complejos y prejuicios artísticos puede sentirse no solo en el proceso creativo, sino en la misma obra o incluso en aspectos del diseño expositivo. La importancia dada al boceto por encima del resultado es una idea que explica en gran medida sus obras y la frescura que las caracteriza.
La exposición se acompaña de una publicación con textos de Sara Guérín, Lorenzo Llanas y Brosmind que incluye dos partes: una primera, que consiste en un diario de producción con dibujos del diseño de la exposición junto a los desarrollos de sus nuevas piezas creadas para Huesca. Y una segunda parte con textos, entrevista y porfolio de los artistas.
Recuperar la frescura
En septiembre de 2015, un jurado formado por Antonio Latorre, comisario de exposiciones; María Gutiérrez, profesora de fotografía de la Escuela de Arte de Huesca; Diego Arribas, profesor de la Facultad de Bellas Artes de Teruel; Isidro Ferrer, diseñador e ilustrador; Teresa Luesma y María González, técnicos de Artes Plásticas de la Diputación Provincial de Huesca, decidió adjudicar la Beca de ComisarIado de la Diputación a Sara Guérin por su propuesta Brosmind: Working with a brother. Se presenta ahora la experiencia expositiva una vez trasladada a la realidad.
La inquietud de Brosmind por crear contenidos inéditos, unida a la oportunidad que daba la financiación de la Diputación, han permitido la creación de piezas nuevas para la exposición. La actitud frente a la creación artística que comparten Juan y Alejandro Mingarro es uno de los aspectos más interesantes de la muestra. La búsqueda de la libertad creativa, la espontaneidad y la huida de los complejos y prejuicios artísticos puede sentirse no solo en el proceso creativo, sino en la misma obra o, incluso, en aspectos del diseño expositivo. La importancia dada al boceto por encima del resultado es una idea muy conceptual que explica en gran medida la genialidad de sus obras y la frescura que las caracteriza.
La frase «This is our momento!» define el espíritu Brosmind. Refleja la capacidad de ilusionarse con cada nuevo proyecto, el afán por la superación personal y las ganas de caminar hacia el futuro de forma optimista. En el ámbito de la creación, los proyectos personales tienen un papel destacado. Gracias a su constante producción, así como a la cuidadosa selección de los trabajos mostrados, se proyecta un estilo sólido y reconocible que se puede describir como fresco y con una importante presencia de fantasía y humor.
«No lo digas, hazlo» resume la filosofía con la que Brosmind se enfrenta a la producción de sus proyectos personales, y bebe claramente de la forma de crear durante la infancia, con el objetivo de recuperar la espontaneidad y la frescura perdidas.