El perfil de Carlos Berlanga (Madrid, 1959 – 2002) es realmente único, y esa singularidad queda reflejada en esta exposición en la que, con motivo del 15 aniversario de su muerte, se reivindica la figura y la obra multidisciplinar de este creador madrileño con la presentación de una selección de sus obras sobre papel, poniendo el acento en la interrelación sensitiva entre sus pinturas, sus dibujos y las letras de sus canciones, que son los papeles –artista plástico y músico– fundamentales de su vida.
El comisario de la exposición, Pablo Sycet –que también fue el organizador de Viaje alrededor de Carlos Berlanga (2009) en Valencia y Madrid– señala la oportunidad de esta exposición para reivindicar aquellas facetas de la creatividad de Berlanga que habían quedado ensombrecidas por su fama como músico, pero sin olvidar que fueron la música y letra de los grandes éxitos de Pegamoides y Dinarama las que lo convirtieron en abanderado de la movida madrileña, así como uno de los iconos de la cultura española de finales del siglo XX.
En palabras del responsable de la muestra, “ha llegado el momento de tender puentes formales y emocionales entre las diversas disciplinas berlanguianas que hasta hace pocos años se han venido analizando como compartimentos estancos, cuando en buena lógica debería ser abordado como distintos afluentes de un único río: si el creador es el mismo y único, y sus obras son manifestaciones diversas de su talento y creatividad, atender a una natural teoría de vasos comunicantes sería la actitud más afortunada para entender el corpus creativo y vital de esos artistas que –dada su capacidad para yuxtaponer o diversificar sus experiencias sensibles– terminan casi siempre por sentirse como intrusos, por el acecho del mundo circundante, en todos los terrenos que pisan».
Carlos Berlanga, Personajes en paisaje metafísico, 2001.