Por un lado, los visitantes pueden asistir a las reformas de la administración municipal y a las transformaciones urbanísticas y arquitectónicas con el fin de dignificar una villa y corte modesta, sucia e insalubre, según las crónicas de los viajeros foráneos. Por otro, al fomento de la Corona de las artes y las industrias artísticas, del conocimiento científico, del pensamiento crítico y de la literatura. Para acabar retratando la vida cotidiana de los madrileños de la época con sus viejos y nuevos gustos y aficiones: el paseo, el teatro, los toros, el baile.
La muestra presenta un recorrido múltiple. Comienza en la sala de exposiciones temporales, que se abre ahora al público, donde se exhiben obras del Museo Nacional del Prado, Patrimonio Nacional, Museo de América, Museo Nacional de Antropología, Museo Nacional de Ciencias Naturales, Museo Cerralbo, Museo de la Farmacia Hispana, Casa de la Moneda, Fundación Lázaro Galdiano, Real Jardín Botánico, Academia de Bellas Artes de San Fernando, Academia de la Historia, Archivo Histórico Nacional, Archivo de Villa, Biblioteca Nacional, Biblioteca Histórica Municipal, Biblioteca Musical, Hemeroteca Municipal.
Continúa en el patio de acogida, que alberga, un año más, el belén napolitano, que forma parte de las colecciones del museo y que en este caso se incluye en la exposición ya que fue el propio rey Carlos quien puso de moda en su tiempo este tipo de nacimientos.
Y finaliza en las salas del siglo XVIII de la exposición permanente del museo. En la sala de Cartografía y maquetas se puede contemplar la maqueta de León Gil de Palacio, pieza destacada del museo donde se reconocen los cambios operados en la ciudad en la época de Carlos III.
El espacio expositivo se divide en cuatro ámbitos que recorren los hitos del reinado en Madrid: El gobierno de Madrid. Madrid: corte, villa y capital de un imperio; La nueva imagen de la ciudad. La construcción de una ciudad; La Luces en Madrid. Madrid y la cultura de la Ilustración, y La vida cotidiana en el Madrid ilustrado. Vivir y morir en Madrid.
Pinturas, dibujos, estampas, piezas de porcelana, vidrio, plata; abanicos, trajes, libros y documentos sirven de guía en una época impregnada por el espíritu de la Ilustración.