Kahnweiler fue un joven judío-alemán llegado a París para seguir con la profesión familiar dentro del mundo de las finanzas, pero el ambiente cultural que encuentra y las relaciones que establece le hacen cambiar de idea y se introduce de lleno en el mundo del arte.
En 1907 abre una pequeña galería con su nombre en la Rue Vignon; tiene 23 años y la dirige con intensa vitalidad. Con el inicio de la Primera Guerra Mundial, la galería es intervenida y todos sus bienes son confiscados. Pasó la guerra en Berna, acogido por unos amigos, y vuelve a Francia en febrero de 1920. Ve como sus bienes requisados son subastados entre los años 1921 y 1923. En total más de ochenta obras, entre ellas de Braque, Picasso, Derain y Vlaminck. Esta acción es vista con indiferencia por los demás galeristas, a excepción de Paul Rosenberg, el único que le ayuda.
Pero insiste y abre una nueva galería en septiembre de 1920 con el nombre de su amigo y socio André Simon en la Rue d’Astorg nº 29, donde estará hasta 1927, ya que posteriormente se trasladará a la Rue de Monceau. En 1940 cambia el nombre de la galería por el de su cuñada Louise Leiris. Los alemanes invanden Francia y su odio contra los judíos le hace tomar precauciones. Pasará la guerra oculto, y tras su final retomaría su labor como galerista durante décadas.