Jiménez, más conocido como el ‘artista de la plastilina’, emplea este material para cubrir, deformar e interpretar. Suele partir de imágenes icónicas reconocibles para distorsionarlas y deformarlas, imágenes que por sí mismas o su contenido pasan a la posteridad por algún motivo, y que determinan nuestra forma de recordar o asociar un hecho histórico o personal determinado.
Licenciado en Bellas Artes en la especialidad de grabado y diseño por la Universidad de Sevilla, Rafael Jiménez inicia su trayectoria en el mundo del grafiti y el arte urbano, realizando murales y participando en numerosos eventos en España, explorando diferentes lenguajes expresivos en torno a la pintura y el espacio urbano.
Precisamente el grafiti le lleva a Nueva York a conocer a algunos de los primeros artistas urbanos y, posteriormente, a una estancia con el equipo arqueológico Cuevas de Nerja en 2009, siendo ambas experiencias un punto de inflexión para dedicarse exclusivamente a la pintura y a la obra plástica, teniendo en la deformación de la imagen del pasado su eje de trabajo.
Desde 2012 coordina junto a Demetrio Salces el proyecto Z, jornadas de arte contemporáneo de Montalbán de Córdoba, espacio de reflexión e interacción artística en un medio rural donde comisaría diferentes proyectos expositivos e intervenciones. En la actualidad vive y trabaja en Córdoba.