La obra de Vallejo está vinculada al movimiento de la descomposición de la pintura, ésta se expande y libera la materialidad del lienzo recuperando así el potencial expresivo de su naturaleza como tejido. La pintura deja su condición bidimensional para convertirse en un objeto de tres dimensiones. Empezó rasgando las telas y en poco tiempo pasó a plegarlas y retorcerlas esculpiendo el vacío.
La exposición, titulada ‘Envolver lo que no ha de volver’, incluye ocho piezas nuevas, severas, en blanco y negro, que hacen pensar en la melancolía y la muerte, y que resultan de una gran belleza. Oscar Alonso Molina se refiere a ellas así: «El paño, o los paños, entablan un diálogo muy cerrado con otros cuerpos rígidos; y en este diálogo reciente se hace si cabe más evidente la libertad de movimiento de unos paños que ya no remiten a la noción de cuadro. Tratados como formas y materiales independientes (en ningún caso asistimos a que una misma pátina o un color uniforme, un tratamiento cubra indiferente la superficie de los pliegues y de la geometría de estos listones o poliedros), estas nuevas obras recuperan de alguna manera el carácter escultórico que la autora había sustraído en origen a su trabajo, al establecer relaciones de contrarios que evidencian viejos temas de la forma escultórica como la rigidez y la plasticidad, la geometría y lo informe, el movimiento y el estatismo, el peso y la ligereza, o el contraste entre materiales (recuérdese a Torner), propios de la escultura abstracta moderna. Más allá, en algún momento del recorrido veremos flotar una gorguera o cuello de lechuguilla, y unas golillas de muñeca asociadas, flotando en el vacío, sobre fondo oscuro… Se trata de una pieza de singular efecto escenográfico que se deslinga con ello del conjunto seleccionado con su inmediata alusión a un cuerpo ausente marcado claramente por un cuello y unas manos inexistentes (gorguera y puños mantienen entre sí una relación previsible con respecto a la posición que ocupan en un cuerpo humano erguido)».
Lucía Vallejo expone regularmente en galerías y ferias internacionales como ARCOmadrid, Art Cologne o Pulse New Yok. Trabaja con la Galería Maior desde hace una década, trabajó con Distrito4 hasta su cierre y ahora con la Galería Pilar Serra.