El proyecto se enmarca en el espacio de investigación que apela al sistema de relaciones entre arte, ciencia y tecnología, y que en el entorno anglosajón se reconoce bajo las siglas AST (Art, Science, Technology). Tierra de diatomeas cuenta con el acompañamiento de los doctores Saúl Blanco Lanza, del Laboratorio de Diatomología de la Universidad de León, y de Estrella Alfaro, investigadora especializada en botánica.
Como vehículo de la investigación, las autoras emplean un tipo de microorganismos, las diatomeas, que mantienen su presencia y su capacidad de dispersión espacial desde tiempos inmemoriales. Al ser organismos recubiertos por una pared de sílice, son fosilizables, y a través de su estudio es posible analizar ciclos agrarios marcados, por ejemplo, por la llegada de los romanos, la revolución industrial o la ganadería.
La fácil dispersión de las diatomeas hace que se encuentren en cualquier entorno, no limitándose a lugares donde hay o hubo agua. A su vez, también evidencian un mapa de invasión mediante la migración, dispersión y propagación de especies como resultado de actividades humanas.
En el proyecto Tierra de diatomeas, las diatomeas sirven como metáfora para crear un diálogo y así descubrir sucesos históricos, trazar narrativas existentes y discutir futuros deseables de la Tierra, las aguas y sus gentes.
El proyecto cuenta con el apoyo de la Universidad de León, a través del el Área de Actividades Culturales y el Laboratorio de Diatomología de la Facultad de Ciencias Biológicas, así como del University College Ghent, School of Arts KASK.