Sáenz de San Pedro inicia este proyecto personal en 1975, recién llegado de Londres y tras 11 años de ausencia. Así lo explica él mismo: «Venía de una gran urbe que, ya entonces, estaba edificada hasta sus actuales límites. Lo que me interesaba era recorrer aquel Madrid trazado en torno a las líneas del Metropolitano, pero no pude concluir este plan por razones de trabajo. Eran tiempos de cambio político que exigían ser registrados para la historia. Aún así, dediqué un tiempo considerable a buscar encrucijadas en las que campo y ciudad convivieran en esa peculiar transición hacia el futuro. Descubrí que hasta los lugares excavados eran ocupados por los madrileños de todas las generaciones con enorme naturalidad. No es casual que los niños aparezcan escalando montañas de arena en terrenos urbanizables, para ellos todos los terrenos son lugares de juego. En una vertiente, los edificios y las vallas publicitarias, en la otra, cazadores que volvían acompañados de sus galgos. Según creo, los lugares caóticos son más fotografiables que los enclaves ordenados del centro, plagados de minuciosos detalles que requieren distintos enfoques para captar todos sus ropajes. Que cada cual vea lo que quiera, pero lo que yo vi fue un Madrid en construcción bajo la atenta mirada de sus gentes».
El artista realiza sus primeras fotografías en Londres, donde publicó en revistas como Studio International y Amateur Photography. Poco antes de la Transición regresa a España, se instala en Madrid y monta un estudio en el que se dedica, casi exclusivamente, a la fotografía antigua (recopilación, reproducción, restauración, etc.). Su trabajo ha girado en torno a reproducciones de obras de arte para organismos oficiales y editoriales como la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, la Universidad Complutense de Madrid, el Museo Arqueológico Nacional o Patrimonio Nacional. En paralelo ha desarrollado su trabajo documental personal desde finales de los sesenta.
El ciclo Lanzadera, comisariado por Iñaki Domingo, ha presentado desde marzo de 2016 el trabajo de 11 fotógrafos que, hasta ese momento, no habían realizado una exposición individual en una institución pública. En la planta 4 del Centro se ha podido ver el trabajo de David Hornillos, Alejandro Marote, Jesús Monterde, Lucía Gómez Meca, Rut Panusé, David Mocha, Jorge Isla, Paula Prats, Geray Mena y Bego Antón.