La exposición incluye una selección de 54 obras (entre pinturas, esculturas y dibujos) que visualiza sus conexiones con los maestros realistas del pasado (arte flamenco del siglo XVII, naturalismo barroco español y realismo del siglo XIX) a través de cuatro géneros artísticos que han pervivido hasta el arte contemporáneo: naturalezas muertas (bodegones y floreros), retratos y figuras, interiores domésticos y vistas urbanas.
Esta confrontación exhibe elementos de inspiración y, al mismo tiempo, cómo los creadores realistas contemporáneos han introducido nuevas miradas y aportaciones al realismo. Se muestra cómo, aunque la realidad ha cambiado con el paso del tiempo, su apariencia sigue siendo la misma, cambiante y fugaz, y atraparla, el mismo desafío técnico de trabajo con la luz, el color y el espacio para lograr mostrar del modo más verídico lo visto y vivido.
Así, hasta el mes de septiembre se expondrán trabajos de los realistas contemporáneos, de entre los años 1960 y 2010, como Antonio López, Isabel Quintanilla, María Moreno, Amalia Avia, Julio López Hernández, Francisco López Hernández, Claudio Bravo, Cristóbal Toral, Eduardo Naranjo, Gerardo Pita, Manuel Franquelo y César Galicia.
Entre los pertenecientes al siglo XVII español se incluyen pinturas de Miguel de Pret, Francisco Zurbarán, Juan van der Hamen y Juan de Arellano, a los que se suman Luis Meléndez y Alonso Miguel de Tovar del siglo XVIII. Mientras que del siglo XIX se ha elegido para la muestra obras de Bartolomé Montalvo y Pere Borrell del Caso. El conjunto expositivo se completa con Jacobus Vrel y Eduard Gaertner.
Para Lourdes Moreno, directora artística del Museo y comisaria de la exposición, ésta “permite una reflexión acerca de la propia esencia de la pintura, el concepto de mímesis y el engaño visual, permitiendo, además, confrontar la evolución de algunos de los géneros desde el siglo XVII hasta nuestros días”.