«Inéditos se inició en 2000 y es una apuesta por jóvenes profesionales que tienen dificultad a la hora de llevar a cabo sus proyectos. Se trata de que se enfrenten a los problemas reales que tiene una exposición», recuerda José Guirao, director de Fundación Montemadrid. En esta ocasión, el jurado formado por Tanya Barson, conservadora jefe del MACBA; Beatriz Herráez, comisaria independiente y crítica de arte, y Pedro Gandahno, director del MAAT de Lisboa, ha elegido a tres mujeres, «lo que nos hace especial ilusión, porque sigue siendo menos habitual encontrar mujeres en el mundo del comisariado», destaca Lucía Casani, directora de La Casa Encendida.
El premio consiste en llevar a cabo los proyectos ganadores. El primero de ellos es I would prefer not to (Preferiría no hacerlo), un proyecto de Bárbara Cueto que se centra en la potencialidad del «‘no-hacer’ entendido como un gesto político», explica la comisaria. Puesto que el no-hacer carece de lugar en el orden general de las cosas se convierte en una amenaza para el orden perpetuado por el neoliberalismo.
En el mundo actual, «el cansancio se ha convertido en un símbolo de prestigio. Si estás cansado es porque trabajas mucho y eso significa que tienes éxito». Por eso esta exposición invita al espectador a considerar el poder de la negativa, de la abstención y del no-hacer como estrategia posible para enfrentarse al paradigma actual basado en el progreso sin fin. Por eso, la muestra de Cueto, en la que participan los artistas Mercedes Azpilicueta, Liz Magic Laser, Ben Rivers, Pepo Salazar y Pilvi Takala, se titula como la famosa respuesta del escribiente Bartleby y sirve para declinar cualquier actividad.
Lugares y formas
La propuesta de Maite López-Pastor es Scenographies of Power (Escenografías de poder): La materialización diseñada de los estados de excepción. La exposición propone una reflexión en torno a los espacios que materializan el estado de excepción y que son propios de la contemporaneidad globalizada. La muestra trabaja las distintas tipologías de estos lugares: como aeropuertos, embajadas, tribunales internacionales, guerras e, incluso, zonas restringidas de Internet, permitiendo poner en crisis espacios que constituyen la realidad más normalizada de la excepción.
Estos espacios de excepción se cuestionan a través de la mirada de una serie de artistas, Mediengruppe Bitnik, Guinara Kasmalieva, Muratbek Djumaliev, Taryn Simon, Trevor Paglen, Arkadi Zaides y Susan Schuppli, que ponen el foco en ellos, ya sea representándolos, registrándolos o reactivándolos desde proposiciones disruptivas con una mirada crítica.
Finalmente, Beatriz Ortega Botas indaga en el papel de lo estético al proporcionar un encuentro entre pensamiento y materia con Grasping a Concept is Mastering the Use of a Form (Comprender el concepto del uso de la forma). Esta exposición no propone tanto un ejercicio de entendimiento, de comprensión de aquello que se representa, sino que juega con esa incapacidad de comprender, ese fracaso a la hora de fijar contenidos semánticos que, sin embargo, es productivo a nivel conceptual, forzando un movimiento en el pensamiento. «Se busca la experiencia estética como productora del conocimiento», asegura la comisaria.
La muestra presenta diferentes disciplinas artísticas, como son la pintura, el dibujo, la escultura y varias telas bordadas y pintadas de los artistas Sophie Bueno-Boutellier, Erik Niedling, Carlos Fernández-Pello, Francesca Ferreri, Esther Gatón, Carl Mannov, Zoë Paul, Bettina Samson y Alberto Vallejo. Todas las obras tienen mucho que ver entre sí: la sinuosidad de sus formas, incluso las tonalidades que presentan y la claridad formal son elementos que se repiten en todas ellas y que favorecen el juego de ecos y repeticiones. Como explica Ortega Botas, «estas formas no tienen relevancia por lo que significan, sino por cómo se relacionan entre sí».