Formado en el International Center of Photography de Nueva York con profesores como Larry Clark y Nan Goldin, y miembro de la agencia Magnum desde 2004, d’Agata ha desarrollado un extenso trabajo abordando de forma directa temas frecuentemente considerados tabú, como la adicción, el sexo, la violencia, la oscuridad o la prostitución.
En Corpus, una instalación compuesta de textos, imágenes y varios audiovisuales que comisaría Fannie Escoulen, el fotógrafo reconsidera la trayectoria de un hombre que escribe incansablemente el mismo guion de vida excesivo al que ha decidido ceñirse como protagonista de sus propias imágenes, haciendo un esfuerzo por pensar, sentir y actuar a la altura de sus propias palabras.
Este proyecto, una especie de retrospectiva del trabajo de los últimos veinte años, tiene como hilo conductor el autorretrato y la presencia del artista frente a ese proceso fotográfico en el que está implicado. «En una relación pornográfica y amorosa con el mundo, el cuerpo evita la trampa de las apariencias, se impone a la razón, conjura la muerte mediante la ofrenda de sí mismo, testimonia con su propia destrucción la voluntad de sobrevivir a la mentira cultural. Dentro del infierno hecho realidad del mundo contemporáneo, que destruye la experiencia y reduce la existencia a un espectáculo, el arte ya solo se justifica como acto de supervivencia».
En ese acto de vida, que es un acto de resistencia y de comunión con sus temas, el fotógrafo deja que el deseo y el miedo lo conduzcan a través de los rituales paganos del instinto y la violencia irracional del mundo. Mediante la relectura de una obra con bases teóricas y políticas, abordada desde el ángulo del testimonio biográfico y el relato de los hechos y gestos de una figura “encarnada” del artista, la exposición intenta enunciar la experiencia de una realidad vivida de manera cada vez más intensa.
Fotografía de experiencia
Antoine d’Agata estudió fotografía en Nueva York. Sus primeros libros, De Mala Muerte y Mala Noche, se publicaron en 1998, y al año siguiente la galería VU empezó a distribuir su trabajo. En 2001 ganó el premio Niépce y continuó publicando libros regularmente. Títulos como Home Town (2002), Vortex (2003), Insomnia (2003), Stigma (2004), Manifeste (2005), Agonie (2009) consolidaron su éxito.
En 2004 ingresó en la agencia Magnum y ese mismo año realizó el cortometraje El cielo del muerto; este experimento le llevó a su primer largo, Aka Ana, rodado en Tokio en 2006. En 2013 expuso en la sala LE BAL su último trabajo, Anticorps. Desde 2005, d’Agata no tiene país de residencia fijo; viaja y trabaja por el mundo. Su práctica fotográfica está indisociablemente ligada a sus experiencias.