Corea y Gadd se conocieron en ese laboratorio de fusiones eléctricas y rockeras que fue Return to Forever, uno como jefe y el otro como escudero. Desde entonces han mantenido frecuentes colaboraciones tanto alrededor de un escenario como de los pupitres de decenas de seminarios y talleres.
El tiempo ha acabado por cimentar su relación con una sólida amistad que, ya se sabe, nace de una admiración compartida. La pareja se echa una vez más a la carretera y su paso por la Sala Sinfónica del Auditorio Nacional se anuncia entre emociones muy especiales: las de estos dos gigantes del jazz y la buena música.
A Corea se le ha visto y disfrutado ya sobre la noble madera de esta misma sala magna, apoyado en una suerte de segunda o tercera o cuarta juventud. Uno ha perdido la cuenta, pues el creador de temas universales como Spain o La fiesta ha participado en algunos de los sucesos más cardinales de la historia moderna de género.
Gadd, por su parte, es el baterista que todos aman y no en vano fue solicitado por el mismísimo Dizzy Gillespie cuando apenas contaba once años. A pesar de estas dos glorias del jazz más heterodoxo, que nadie pierda la vista al resto de los componentes de esta banda, empezando por el guitarrista Lionel Loueke y el saxofonista y flautista Steve Wilson y continuando por ese respaldo rítmico racial que conforman el contrabajista Carlitos del Puerto y el percusionista Luisito Quintero.
- Dos días antes su paso por Madrid, el 11 de noviembre, la banda actuará en el Palau de la Música Catalana de Barcelona, y un día después, el 14, en el Kursaal Auditorium de San Sebastián.
Grandes intérpretes
Chick Corea (piano y teclados), Steve Gadd (batería), Lionel Louek (guitarras y voz), Carlistos del Puerto (contrabajo y bajo eléctrico), Luisito Quintero (percusiones) y Steve Wilson (saxo y flauta).